Tal vez hayas notado que en general, en los Juegos Olímpicos (aunque no tanto en Río 2016, pero ya llegaremos a eso en los párrafos siguientes), los anuncios y comentarios se hacen generalmente en tres idiomas: inglés, francés y el idioma del país que organiza el evento.
¿Por qué el francés es uno de los idiomas oficiales de los Juegos Olímpicos de Río 2016?

Que el idioma local y el inglés sean usados no podría tener más sentido pero, ¿por qué el francés?
La regla número 23 del acta Olímpica

La regla número 23 de la ley Olímpica estipula que las Olimpíadas tienen dos idiomas oficiales: el inglés y el francés. La razón de esta decisión tiene mucho que ver con la historia de las Olimpíadas modernas. Si bien las Olimpíadas tienen su origen en la Antigua Grecia, el evento deportivo cayó en desuso y fue revivivo a fines del siglo XIX en Francia. El responsable de esto, el francés Pierre de Coubertin, estableció el Comité Olímpico Internacional y organizó los primeros juegos, que se llevaron a cabo en 1896 en Atenas, Grecia y en 1900 en Paris, Francia.
Como padre de los Juegos Olímpicos, Coubertin decidió que el idioma oficial de los Juegos sería el francés. Se estima que su decisión se basó en dos cosas: la predominancia de la lengua francesa en dicha época y su propia predilección por su lengua materna. No olvidemos que durante el siglo XIX y durante gran parte del siglo XX Francia fue una potencia colonial con territorios ocupados, esclavizados y explotados en África, América, Asia y Oceanía. Este contexto político nos permite suponer que Coubertin también tuvo la pretensión de asegurar y mantener el poder simbólico (y no tanto) de la lengua y cultura francesas.
Una regla cuya vigencia es cada vez más cuestionada

Los años han pasado, la gran mayoría de las colonias francesas se han independizado, y Francia ha perdido el peso político y cultural que solía tener. Sin embargo, la regla del idioma sigue en pie, lo que molesta a algunas personas en torno a la organización de los juegos olímpicos. De hecho, existe hasta un organismo que se ocupa de velar sobre el respeto de esta regla, la Organización Internacional de la Francofonía. Para Michaëlle Jean, secretaria general de dicho organismo, el francés está cayendo en desuso olímpico y es cada vez más difícil hacer que los países organizadores respeten la regla 23.
Si bien se considera que tanto en Beijing 2008 como en Sochi 2014 la ley olímpica estaba siendo respetada, Río 2016 ha sido un verdadero dolor de cabeza para quienes defienden la permanencia del francés como lengua olímpica oficial. Por ejemplo, la ceremonia de apertura fue comentada en inglés, francés y portugués (¿recuerdas que los nombres de los países se anunciaban en los tres idiomas?). Sin embargo, el francés no se ha escuchado en ninguna (o casi ninguna) de las competencias de Río 2016.
Para algunos, se trata de enterrar una regla vetusta que nada tiene que ver con el mundo actual (donde sería más lógico que la tercera lengua oficial fuera el español o el mandarín). Para otros, se trata de señalar las distancias que existen entre organización y realidad, entre los ideales del comité olímpico con base europea (su sede es en Lausanne, Suiza) y el día a día en Brasil, donde la actual crisis política, social y económica hace que la defensa de los intereses de un antiguo imperio colonizador no sean exactamente una prioridad.






