Popstar del Mundial, la presidenta de Croacia desata polémicas en su país

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Dio los mejores abrazos en la final de la Copa del Mundo. Viajó en clase turística y vio casi todos los partidos en las tribunas. Solo la final la disfrutó en el palco VIP junto a Putin, Infantino y Macron. Se puso la camiseta de Croacia y regaló a otros presidentes la camiseta con sus nombres. La presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarović, se convirtió en una celebridad durante el Mundial de Rusia 2018. Incluso, según Media Toolkit, el 25 % de las noticias de Croacia se centraron en ella y el 80 % fueron noticias positivas (cuando había un montón de historias para contar como la de Luka Modric, el mejor jugador del Mundial, o de Mario Mandzukic y más). Pero ella se ganó todas las miradas y se convirtió en una popstar de la Copa del Mundo.

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No obstante, lo que el mundo vio no es su imagen completa. Kolinda Grabar-Kitarović es muy querida en Croacia, no obstante, también es muy criticada y cuestionada por sus políticas. Croacia es una sociedad conservadora, ella también, pero muchas de sus políticas fueron cuestionadas tanto a nivel nacional como internacional. En Croacia algunos consideran que es «una madre patriótica que apoya al equipo», pero para otros su presencia en la Copa del Mundo es «un ejercicio de relaciones públicas descaradamente populista», según The Guardian.

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«Su presencia en la Copa del Mundo puede verse como una publicidad preelectoral ampliada» dijo Boris Dezulovic, periodista y comentarista político a The Guardian. Y es que el año que viene son las elecciones en Croacia. Y su popularidad ha bajado notablemente con cada año que pasó desde que asumió la presidencia en 2015 y se convirtió en la primera presidenta de Croacia (y de Europa del Este), además de ser la más joven en cumplir ese rol. «Ella ha usado esto para r eforzar su estrategia de relaciones públicas de ser la presidenta del pueblo. Es algo que ella ha estado haciendo desde hace un tiempo», agregó.

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Croacia se encuentra en plena crisis demográfica y económica y Kolinda Grabar-Kitarović no ha podido combatirla. En 2017, 80 mil croatas se fueron del país (40 mil a Alemania). Y la presidenta fue crítica con esta situación, pero, según Total Croatia News, la ministra de Demografía, Familia, Juventud y Política Social expresó que «sin duda estamos conscientes de que es mucho más fácil criticar que asumir la responsabilidad. Hemos asumido la responsabilidad y estamos implementando medidas que están en la línea con la política de gobierno. No veo la razón a tantas críticas».

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Además de la crisis demográfica, Croacia y su presidenta le han dado la espalda a los refugiados sirios. Durante la campaña política previa a su elección propuso construir vallas para que los refugiados no entraran al país (como hizo Hungría). Además en 2015 dejó entrar solo a 100 refugiados (de los 1600 que le tocaban según pactó la Unión Europea). Por otro lado, se aprobó la Ley de Extranjería, según Público, en la que se prohíbe cubrir las necesidades básicas (vivienda, salud, alimentación y más) de los inmigrantes sin papeles.

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La presidenta de Croacia vendió el avión presidencial y los autos de alta gama de todos sus ministros para combatir la crisis económica. A su vez, viajó en clase turística y se pidió licencia sin goce de sueldo para poder ver el Mundial. Pero antes eso no sucedía. Incluso, en 2010 se denunció que utilizaba el vehículo oficial de la embajada en Estados Unidos para viajes privados (tanto ella como su esposo). Una vez conocida la noticia, decidió devolver el dinero.

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Por otro lado, The Guardian explica que el fútbol divide al país porque «nunca es solo deporte [...]. Siempre tiene implicaciones sociales y políticas de gran alcance, y este es particularmente el caso con el equipo nacional», y agrega que «el patriotismo ha sido mal usado con tanta frecuencia por figuras públicas en Croacia que a muchos les resulta difícil apoyar al equipo de Zlatko Dalic». Y es que en el caso de Zdravko Mamic, el hombre más poderoso del fútbol de Croacia (hasta que fue acusado de hacer ganancias personales ilegales con el deporte de su país), están involucrados Modric (acusado de falso testimonio) y también la presidenta de Croacia (por su vínculo con este hombre y por su apoyo económico y social en la campaña política). La presidenta explicó en varias ocasiones que no sabía que Mamic estaba involucrado con dichas acusaciones cuando mantuvo el vínculo de amistad.

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Perteneciente a la derecha conservadora y católica ferviente, apoya el aborto legal y seguro, mientras que se opone al matrimonio igualitario (pero sí apoya la ley que brinda igualdad de derechos a las parejas LGBT), según Ovación.

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¿Conocías a la presidenta de Croacia? Es admirada por muchos y criticada también por muchos otros.

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