Paz y entendimiento: esa es la respuesta de Francia tras los atentados

Al igual que otros países de Europa, Francia se encuentra en una fase post-religiosa de su historia. Pocas personas asisten a la Iglesia y los políticos que hablan de valores judeo-cristianos a menudo son descartados.

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Sin embargo, la reacción a los asesinatos yihadistas de los últimos 18 meses muestra que las personas están mucho más influenciadas por su herencia cultural y religiosa de lo que quieren reconocer. El asesinato del padre Jacques Hamel ha desencadenado la reflexión entre los franceses sobre un tema que normalmente suelen evitar: su relación con el catolicismo y la ética cristiana.

Desde que comenzaron las matanzas, no ha habido multitudes en las calles de Niza o París cantando "Muerte al Estado Islámico". En lugar de antorchas llevadas en procesiones enojadas, hay velas para el recuerdo.

Nadie en Saint-Etienne-du-Rouvray volvió su atención a la mezquita más cercana. En los últimos 18 meses, no ha habido un aumento significativo en los delitos que se dirigen a los musulmanes. En su lugar, el arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, dijo que en la iglesia de St Etienne había "tres víctimas", el padre Jacques y los dos asesinos. “Perdónalos porque no saben lo que hacen” fue su cita del Evangelio.

Nadie en el país se sorprendió por la reacción de la iglesia con el asesinato de uno de los suyos, sin sed de venganza, ni ningún anatema contra el Islam; en cambio una petición de tolerancia y comprensión.

El arzobispo de París, el cardenal André Vingt-Trois, expresaba: "Nuestra fé en Cristo nos debe hacer ahora no combatientes y militantes, sino hombres de la paz, la reconciliación y el amor". Y en términos generales, excluyendo la lengua religiosa, es el mismo mensaje que los políticos están dando.

Desde el Gobierno socialista, y también desde la oposición de centro-derecha, viene el argumento constante: el objetivo de ISIS es hacer que nos odiemos entre nosotros; quieren que nuestra población musulmana esté aislada; quieren actos de venganza. Nunca vamos a ceder a esa tentación, aseguran.
 
Los políticos continúan con los intercambios acerca de los niveles de seguridad y si las leyes se deben haber endurecido, pero la ética esencial de la tolerancia se toma como un hecho.

Hasta ahora, los valores de la tolerancia, el respeto entre individuos y el perdón han logrado predominar en Francia, a pesar de los horrores que han sufrido.

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Todos deberíamos ser un poco más como ellos, no alimentar el odio con más odio, la violencia con más violencia, fomentar la paz, el entendimiento y el respeto, unirnos como naciones y ponerle fin a la maldad no con más maldad sino con más bondad.