“Paren el mundo que me quiero bajar”, Donald Trump será presidente de los Estados Unidos

Hice lo posible para no dormirme. Las responsabilidades fueron más y finalmente di el brazo a torcer. Cerré Twitter -y también mis ojos-, suspiré y solo pensé en despertarme la mañana siguiente y encontrarme que finalmente la sociedad de Estados Unidos había tomado la decisión correcta.

PUBLICIDAD

Si bien las encuestas frecuentemente, y cada vez más, pronostican erróneamente, esperaba que estas elecciones sean la excepción a la regla. No solo ellas se equivocaron, yo también lo hice. Estaba convencida que Donald Trump no podía ganar. Estaba segura que la sociedad no iba caer y enamorarse de su discurso xenófobo.

Abrí los ojos, apagué la alarma y entré a Twitter. Mi día no pudo haber empezado de peor manera. La noticia que NO esperaba se hizo real: el multimillonario, empresario y muchos adjetivos que prefiero guardarme para mi, fue electo y será el próximo presidente de los Estados Unidos.

¿Por qué duele tanto?

Imagen Getty Images

“¿Por qué estás así si ni siquiera es tu país?”, me preguntaron reiteradas veces. Hoy mi tristeza es galopante, avasalladora. Estoy decepcionada. No porque sea Estados Unidos, que sea la gran potencia del mundo es un detalle más. La decepción y la frustración es porque no solo hay un Donald Trump en ese país, sino que hay miles, millones de personas que piensan como él. En Estados Unidos y en el mundo. Y eso es realmente triste.

Alguien que dice: "Pido el bloqueo completo y total a la entrada de musulmanes en EEUU", no puede ser presidente, me niego a que haya tanta gente que respalde a una persona que piense así.

El muro en la frontera con México, la manera despectiva en la que trató, y trata, a muchas mujeres, su política exterior, y todas las aberrantes frases que le hemos escuchado decir en esta campaña electoral, son ideas que nunca pensé que tuvieran tanto respaldo.

PUBLICIDAD

En un mundo donde la discriminación está tratando de ser erradicada, donde los derechos están avanzando y abarcando a cada individuo de la sociedad, no pensé que hubiera lugar para Donald Trump, y mucho menos que tuviera un espacio tan privilegiado como es el sillón presidencial de Estados Unidos, la primera potencia mundial.

Meter a todos los musulmanes en la bolsa del terrorismo, o a los mexicanos en la bolsa del narcotráfico no es digno de un presidente. Generalizar y discriminar por preconceptos que no son reales no puede ser la posición de un presidente, o al menos eso creo yo.

Siento que estamos siendo hipócritas, y eso es lo que más duele. Porque si alguien externo viera todo lo que decimos, todos nuestros discursos, no podría entender cómo gana una persona que piensa así.

Hoy, y más que nunca, la frase “paren el mundo que me quiero bajar”, está latente en mí, y estoy segura de que en muchísimas otras personas.

Sigue girando…

Imagen Getty Images

Pero lo que pasó el 8 de noviembre en Estados Unidos no es tan inesperado si lo miramos con frialdad. La sociedad está cambiando, el planeta está cambiando y siento que esto se volverá cada vez más común.

La izquierda está perdiendo terreno, y está tomando muchísima fuerza una derecha más radical de lo que estamos acostumbrados. La política, el poder de los países está pasando a manos de empresarios que tienen una visión diferente, mercantil, que difiere -aunque no siempre- con el ideal de política que imaginamos, o que al menos yo deseo e imagino luego de entender la historia de mi país y de muchos otros.

PUBLICIDAD

Porque la sociedad demostró que no es lo que dice, porque tengo miedo de lo que va a pasar no solo en Estados Unidos sino en el mundo entero, porque detesto la discriminación y estoy en contra de las personas xenófobas, por eso y mucho más estoy triste por lo que decidió el pueblo estadounidense el 8 de noviembre de 2016.  

>>  No es un sueño: Donald Trump ha sido electo como el nuevo Presidente de los EE.UU.

>>  El New York Times publica todos los insultos de Donald Trump en Twitter