“Yo tengo pasaporte español”, “y yo tengo el italiano”, decían mis amigos mientras yo los escuchaba pensando en qué podía decir para ser “original”. Pero la conversación siguió y no se me ocurrió nada interesante para opinar, ya que tener el pasaporte de mi propio país no es algo particularmente novedoso.
Obtener una segunda nacionalidad es difícil pero no imposible: ¡mira las opciones para hacerlo!


Para algunos puede ser intrascendente el número de nacionalidades que tienen, mientras que otras personas (he aquí una de ellas) se frustran por no tener a su alcance la oportunidad de obtener una segunda nacionalidad.
Si perteneces al primer grupo y se te hace difícil entender a los del segundo grupo, comenzarás a comprenderlo a continuación...
¿Qué significa tener una doble nacionalidad?

Para aquellas personas que no les interesa demasiado salir de su país puede ser inútil, pero si eres un amante de los viajes y apasionado del mundo sabes cuán valioso puede ser tener otra nacionalidad. La mayoría de las personas que cuentan con una es porque la heredaron de sus ancestros.
Si tienes suerte, tu segunda nacionalidad puede liberarte de visas, prohibiciones y por supuesto expandir muchísimo tu horizonte de oportunidades y libertades. Principalmente en los tiempos en los que vivimos hoy.
¿Por qué es cada vez más difícil?

Muchos años atrás, el pasaporte no era más que una herramienta para viajar. Pero hoy en día los pasaportes son el sinónimo de posibilidades que tienes alrededor del mundo. Si cuentas con un pasaporte español, tienes la libertad de vivir en cualquier país miembro de la Unión Europea sin la necesidad de realizar trámites legales. O si cuentas con un pasaporte alemán no necesitas ningún tipo de visa para entrar a los Estados Unidos o a Canadá.
Y es por esta razón que los pasaportes se han convertido en algo valioso y a su vez más difíciles de adquirir.
No es imposible

Si bien se ha tornado complicado, obtener un pasaporte extranjero es posible. Y las alternativas para hacerlo son más de una:
- Inversión económica: generalmente esta es la manera más rápida y fácil de obtener un segundo pasaporte. El país ofrece la ciudadanía a cambio de una inversión en el país por parte del interesado. Esta solía ser una práctica muy común adoptada por varios países, pero luego del 9/11 las opciones se limitaron.
- Naturalización: a pesar de que la inversión económica es la más rápida, la realidad es que muy pocas personas cuentan con al menos 1 millón de dólares para obtener una segunda nacionalidad. Por eso la naturalización es una opción más complicada, pero a su vez más realista. Cada país tiene diferentes reglas respecto a esto, pero si resides lo suficiente de forma legal (trabajando o estudiando) en un país, tarde o temprano tendrás el derecho a naturalizarte como ciudadano.
- Matrimonio: en la mayoría de países si contraes matrimonio con un ciudadano, obtendrás la ciudadanía tú también. Cada país tiene diferentes criterios respecto a esto y la obtención no se da inmediatamente, pero luego de unos años es otorgada.
- Ascendencia: no todos somos afortunados de contar con parientes directos (madre o padre) que hayan heredado una segunda nacionalidad. Pero tal vez tú si tengas esa suerte y es solo cuestión de realizar el trámite. Nadie asegura que sea uno fácil, pero si reúnes todos los papeles necesarios y cumples con los requisitos, tarde o temprano tendrás tu segundo pasaporte en mano.
Si eres del primer grupo: ¿nos comprendes mejor a los del segundo? Tal vez no sea de tu interés contar con esa posibilidad, pero creéme que muuuchos daríamos lo que fuera por estar en tu lugar y que apareciera un pariente perdido de otro país. Y a los del segundo grupo: obtener un segundo pasaporte es un desafío complejo, pero si te lo propones no tengo dudas de que podrás lograrlo.
¡Que la burocracia no nos gane!






