Luego de casi 90 años de la visita de un presidente norteamericano por última vez, más de 5 décadas de congelación de las relaciones diplomáticas entre los dos países, dos años de negociaciones por debajo de la mesa, y otros dos años tirándose carnadas abiertamente, por fin Barack Obama pone sus pies en Cuba.
Obama en Cuba: ¿qué resultados reales podemos esperar de su visita? [Opinión]

La visita ha levantado mucho polvo a ambos lados del estrecho de la Florida y ha resonado alrededor del mundo. Muchos cubanos dentro y fuera de la isla esperan un cambio milagroso como si se tratara de la visita de San Obama y no de un simple presidente extranjero. Pero los resultados concretos de esta visita están por verse.
Mientras el pueblo ha estado esperando esta visita con más entusiasmo y expectativa que la de los dos últimos Papas, el recibimiento oficial fue bastante pálido e intrigante. Todos vimos las imágenes de Obama y su familia bajando del Air Force One en el Aeropuerto Internacional José Martí sin alfombra roja ni recibimiento militar, como indica el protocolo presidencial de la isla.
No se sabe si esto fue decisión de Obama o del gobierno de la isla, pero en cualquier caso esperábamos un recibimiento oficial de más envergadura dada la importancia de esta visita.
Lo que se espera
La reunión de los dos presidentes está fijada para el lunes y es de hecho el plato fuerte de la apretada agenda de 72 horas.

Los empresarios norteamericanos están esperando una consolidación en forma de acuerdos oficiales que selle y facilite la apertura comercial con la isla, un mercado prácticamente virgen y muy atractivo para la inversión.
El pueblo cubano dentro de la isla espera que de una forma mágica la elocuencia que caracteriza a Obama convenza a Raúl Castro de hacer un cambio radical en el sistema. Algunos cubanos-americanos quieren que la apertura entre los dos países sea total, mientras otro sector del exilio quiere que esto suceda solo si hay un cambio real en materia de derechos humanos.
Yo como cubano que nació y creció en la isla estoy bastante escéptico. Los cambios ya han sucedido, pero del lado de los norteamericanos fundamentalmente. Los ciudadanos norteamericanos ya pueden viajar libremente a la isla, ya se puede negociar con la isla, Cuba fue removida de la lista de países que patrocinan el terrorismo, y los cubano-americanos no tienen restricciones para viajar a Cuba.
Pero el gobierno cubano continúa haciendo cambios cosméticos sin progreso ostensible y real para el pueblo. Han ampliado el trabajo por cuenta propia aumentando el número de oficios para obtener licencia pero no permiten los principios elementales de la propiedad privada, los cubanos pueden viajar de turismo (los pocos que tienen el dinero) pero si emigran no pueden regresar, y de libertad de expresión y elecciones libres mejor ni hablar.
Precisamente por eso Obama está en Cuba, para jalarle las orejas al régimen y preguntar por qué el intercambio ha sido tan desparejo. ¿Obtendrá lo que quiere? Ya veremos qué pasa con el tiempo.
Por el momento, ya ha visitado el bellísimo casco histórico de La Habana Vieja incluyendo el Palacio de los Capitanes Generales y la catedral. Para el martes en la tarde está programado la reunión de Obama con los opositores al gobierno. Aunque es una de las citas más importantes de su visita, dudo mucho que de grandes resultados. Para empezar no es una reunión privada con la disidencia. Va a ocurrir en un teatro oficial del gobierno y estarán presente personas que no son disidentes, lo que en buen cubano se llama agentes del gobierno. Por otra parte no está claro con qué disidentes se va a reunir, si muchos líderes de la sociedad civil fueron recogidos previamente por el gobierno, y los que quedaban sueltos fueron detenidos en las manifestaciones del domingo, incluyendo al famoso Gorki Águila y las líderes de las Damas de Blanco.
Lo qué podría pasar
Nada, que es probable que a Obama le suceda como a muchos turistas que hacen lo que los cubanos llamamos turismo oficial: te dan tres vueltas por los lugares más bellos previamente preparados, te tratan como a un rey, conoces la alegría y entusiasmo característico del cubano y te vas hablando maravillas de la isla.
Obama está intentando una estrategia brillante. Le ha quitado el argumento al régimen para justificar la miseria del pueblo cubano dejando de ser el gigantesco y opresor enemigo para convertirse en un aliado con buena voluntad. Espera que el progreso económico convenza a los cubanos (incluso en el gobierno) de que el capitalismo es el camino.
Esta estrategia funcionó con la Unión Soviética porque ya había una fractura ideológica en el poder llamada Perestroika. Pero Cuba es harina de otro costal. Hasta el momento no han dado señales de ese tipo y continúan defenestrando a cuanto funcionario muestra síntomas de oposición al gobierno.

La visita de Obama es definitivamente algo muy positivo. Con suerte Obama podrá fortalecer las relaciones un poco más antes de dejar la presidencia. El futuro de las relaciones dependerá mucho de qué haga el presidente entrante.
Pero los únicos y verdaderos responsables del destino de Cuba son los propios cubanos. Por eso yo prefiero ver para creer y le bajo un poco la intensidad a las esperanzas con respecto a esta visita. El tiempo nos dirá el verdadero impacto de Obama en Cuba.






