Especialistas del Reino Unido y los Países Bajos sugieren que la religión puede ser un instinto y que la capacidad de rechazar ese instinto puede vincularse con la inteligencia superior.
Nuevo estudio explica por qué las personas ateas son más inteligentes
Por:Univision
El estudio, publicado en la Evolutionary Psychology Science y realizado por Edward Dutton; del Instituto Ulster de Investigación Social en el Reino Unido, y Dimitri Van der Linden; de la Universidad de Rotterdam, plantea que la religión es un dominio evolucionado, un instinto y que la inteligencia se puede entender como la participación de la superación del instinto.
Lo que derivaría en concluir que las personas ateas son capaces de alcanzar una inteligencia superior al tener la habilidad de rechazar ese dominio evolucionado.
El estudio demuestra que cuanto más inteligente es un niño (incluso durante sus primeros años) más probabilidades hay de que se aleje de la religión. Mientras que en la vejez, las personas con una inteligencia por encima del promedio son menos propensas a creer en un dios.
Inteligencia, religión y antepasados
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Para dicho estudio, el equipo de especialistas se basó en el trabajo del psicólogo evolutivo Satoshi Kanazawa que sugiere que desde el punto de vista biológico, no hemos cambiado mucho de nuestros antepasados y que nuestra psicología está influenciada por cómo se relacionó con el mundo el primer homo sapiens.
El equipo analizó 63 estudios para probar que existe una asociación negativa significativa entre cómo son las personas religiosas y su inteligencia.
Si bien estiman que no es algo a ciencia cierta, manifiestan que, en promedio, las personas ateas son más inteligentes que las personas religiosas.
La relación entre instinto y estrés
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El modelo creado por el equipo de investifación también examinó el vínculo genérico entre instinto y estrés, planteando que si la religión es un instinto se intensificará en momentos de estrés en los que sentimos que queremos actuar por impulso.
Pero la inteligencia y el uso de la racionalidad ayudan a que hagamos frente a esos impulsos instintivos. Y nos llevan a razonar las situaciones y las consecuencias antes de dejarnos llevar por lo que sentimos.
El equipo sostiene que esta investigación tiene una gran consecuencia en la capacidad de resolver problemas de las personas, sobre todo hoy en día que hemos evolucionado en muchos aspectos y que el comportamiento instintivo puede ser contraproducente.
El instinto impulsivo podría ser bueno para nuestros antepasados recolectores y cazadores, pero no es tan bueno para las personas de hoy.
Para el equipo de especialistas, las personas que se sienten atraídas por los no instintivos tienen el potencial de ser mejores solucionadores de problemas. ¿Tú qué crees?
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