¿No te gusta madrugar? La genética te ofrece esta interesante excusa

¿Por qué, mientras muchos de nosotros sufrimos, otras personas disfrutan tanto madrugar? Esta misma pregunta se la hizo un equipo de especialistas en genética de la  Universidad de Leicester. Y para encontrar una respuesta hicieron varios estudios sobre genética

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¿La genética es responsable de nuestro rechazo a madrugar? 

En esta curiosa investigación, los especialistas hicieron estudios sobre moscas. Tal parece que las moscas se parecen bastante a nosotros, al menos en lo que refiere a su genética. En este caso, se estudiaron 77 genes presuntamente relacionados a sus horarios. 

La idea de este estudio era encontrar cómo la genética afecta a los hábitos de esas moscas, en relación a su ritmo circadiano. El ritmo circadiano es el que se encarga, entre otras cosas, de nuestro metabolismo, o de cuándo y cuánto dormimos. En otras palabras, es nuestro famoso reloj interno. 

En resumen, los especialistas encontraron moscas madrugadoras y moscas nocturnas. Es decir que, mientras unas desarrollaban sus actividades temprano, otras lo hacían en la noche. Y lo más interesante: encontraron notorias diferencias entre el sistema genético de unas y otras, lo que dio a entender que, en cierto modo, la genética está relacionada al horario que llevan adelante.  

Imagen Shutterstock

Pero, ¿de qué sirve saber esto?  

Ahora lo sabes, si no te gusta madrugar, tienes una excelente excusa: ¡Es culpa de los ritmos circadianos! Y de la genética. Los especialistas de la Universidad de Leicester te respaldan. 

Los resultados obtenidos podrían ser de vital importancia para desarrollar muchos tratamientos para humanos. Recordemos que muchas personas sufren de trastornos del sueño o problemas en el metabolismo a causa de los ritmos circadianos.

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Conocer cuáles son los genes involucrados nos podría brindar las herramientas necesarias para desarrollar nuevas terapias o tratamientos, tanto para los problemas directos como para los problemas relacionados, que van desde la obesidad hasta trastornos psiquiátricos. Sin dudas un gran avance en nuestro entendimiento de la biología humana