La genética se encarga de diseñar nuestro cuerpo. Sin embargo, el fenotipo es la expresión externa de nuestros genes, que se ve influenciada por distintas condiciones externas, tales como el estilo de vida y las condiciones climáticas.
¿No te gusta la forma de tu nariz? Es culpa del clima


Es decir, dos personas con el mismo genoma pueden presentar varias diferencias fenotípicas, en el sentido que pueden tener tener distintos rasgos físicos o conductuales, porque se encuentran en distintos ambientes.
Ahora, un nuevo estudio reportó que la forma de la nariz se vincula con el clima de nuestros antepasados.
- Ver también: «5 extrañas mutaciones genéticas en los humanos»
La forma de tu nariz, una cuestión de evolución

Las narices tienen siempre formas únicas y particulares, si bien se heredan dentro de una misma familia algunos rasgos en particular. Pero al parecer, el factor que más influencia en la forma de la nariz es el clima de nuestros ancestros, que mediante la evolución y la selección la genética adaptó la forma de la nariz al clima dependiendo de la región.
Según un estudio realizado en el 2016, la forma de la nariz tiene más que ver con las variaciones y ajustes del rostro que a un acción para ajustar la temperatura y humedad del aire que respiramos. Sin embargo, en esta ocasión un grupo de antopólogos decidió estudiar y analizar los rasgos de la nariz junto con las condiciones atmosféricas y encontró una relación.
Los expertos estudiaron el rostro de 476 voluntarios y sus localidades geográficas. Estos resultados se estudiaron mediante un modelo 3D, que permitió medir las características de cada nariz, tales como la punta de la nariz, la amplitud de la base, las narinas y otras regiones, utilizando un test estadístico. Los resultados reportaron los cambio en las características en función de los procedencia de cada voluntario.
La selección natural de la nariz

Los resultados reportaron que la selección natural influyó en dos rasgos de la nariz, las narinas y el ancho del cartílago alar. Otros rasgos, como el largo de la nariz parecerían haber evolucionado dentro de determinadas población pero no como resultado de la selección natural en poblaciones que se movían alrededor del planeta.
Dentro de los voluntarios, observaron que el ancho del cartílago alar parecería depender de la temperatura y humedad absoluta en las regiones de los antepasados. Una nariz más ancha parecería ser más común en regiones calientes y húmedas, y narices más angostas parecerían ser más efectivas en regiones frías y secas, tal como lo dijo el anatomista británico Arthur Thompson, en 1800.
Sin embargo, en lo que refiere a la forma de la nariz la genética tiene un gran peso y por esta razón, el estudio debería realizarse en un grupo voluntario más grande, incluyendo varias orígenes ancestrales. Es interesante observar como nada en nuestro cuerpo es fruto del azar. Cada cambio tiene una explicación.
Es inevitable preguntarnos qué pasará en un futuro, con el cambio climático y las temperaturas que comienzan a aumentar cada año. ¿Seguiremos cambiando y adaptándonos? ¿O el cambio del clima será tan rápido que no tendremos tiempo para adaptarnos?
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