Ni usar cobertores ni poner papel en los asientos de los retretes públicos te protege de los gérmenes

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Los baños públicos, por más limpios que se vean, están llenos de gérmenes y si eres de los que se creían protegidos por colocar una cubierta por sobre los asientos, vamos a arruinarte tu ilusión de higiene.

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Un experto en microbiología explica que no importa cuántos cobertores o papel pongas sobre el asiento del retrete, ya que las bacterias que allí habitan viven también en tu piel e incluso están en mayor concentración en tu escritorio, velador o hasta la mesa en la que comes.

Podrías discutir que no te sientas desnudo sobre esas superficies, pero eso no importa ya que basta con que lleves tus manos a una de ellas y luego toques tu rostro para que entren a tu organismo.

Eso sí,  no es necesario de que entres en pánico, pues ningún protector de papel o plástico es tan bueno como el que viene incorporado en tu cuerpo y con ello nos referimos a tu piel la que, según Charles P Gerba, experto en Microbiología y Ciencias ambientales, es la mejor protección que existe.

¿Qué posibilidades hay de infectarse con gérmenes peligrosos en un retrete público?

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Las chicas somos las más complicadas cuando no podemos aguantar las ganas de orinar hasta llegar a casa y debemos recurrir a un baño público, lo que es aún peor si eres de las que consigue hacer sin sentarse.

Un experto en microbiología de la Universidad de Arizona preparó el siguiente video en que te demuestra no solo lo inútil que son los populares cobertores para el asiento de los retretes públicos, sino que además la verdad acerca de qué tan probable es sufrir una infección al sentarse en ellos.

Charles P Gerba nos hace saber que para que microorganismos peligrosos entren a tu cuerpo tras utilizar un retrete público se requiere que se de una situación muy específica.

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La persona que lo utilizó antes que tú  dejó restos de la bacteria que provoca una enfermedad grave, como por ejemplo la gonorrea, y tú tienes una herida abierta en la zona trasera de tus muslos, la cual entraría levemente en contacto con el retrete y justo en la zona específica donde tu antecesor dejó el microorganismo que puede enfermarte.

Que una situación como la descrita por el científico se de es muy pero muy difícil y poco probable y las posibilidades de contagiarte con microbios peligrosos por sentarte en un baño público son casi nulas.

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¿Qué hacer para cuidar tu higiene? Tras usar el baño lava bien tus manos con agua y jabón frotándolas al menos por 20 segundos y luego déjalas secar al aire sin utilizar secadores eléctricos o toallas de papel.

Por supuesto que el lavar tus manos con cuidado no es solo una acción que debes realizar después de ir a un baño público, sino que con frecuencia, además de mantener tu hogar, oficina e incluso tu teléfono móvil limpios, ya que investigaciones científicas han demostrado que allí viven más bacterias que en ese asqueroso baño de gasolinera.