Monika, la niña que saboteó su boda y cambió su destino. ¿Cómo lo logró?

Era 4 de noviembre de 2017. Una niña de la India estaba por casarse. Era de mañana. Ella solo pensaba en que el «Sí» que muchas mujeres que quieren dar, tan solo iba a arruinarle la vida. Se estaba maquillando y peinando para el gran evento.

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Todos estaban concentrados en los preparativos. Pero Monika decidió esconderse y hacer una llamada telefónica. Marcó el 1098, un número para pedir ayuda. Casarse a los 13 años es ilegal en India, uno de los países con números de matrimonio infantil más altos de mundo.

Tiene 13 años pero no está registrada en la India, algo habitual en familias de escasos recursos económicos. Sus padres dicen que tiene 17 años. 13 o 17: el matrimonio igual es ilegal, ya que la ley permite el matrimonio a partir de los 18 años.

¿Cómo comenzó todo?

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Dos meses antes, los padres conversaron con Monika y le dieron la noticia. «Mamá y papá me dijeron que habían encontrado un hombre para mí en Churu y que era muy amable, educado y trabajaba como obrero», explicó a la BBC. Pero «sentí que era demasiado joven y que no debía casarme. Quería estudiar y convertirme en maestra», agregó.

«La vida se acababa para mí. Después de casarnos ya no podría jugar, solo encargarme de tareas domésticas. Mi familia política me habría obligado a hacer un montón de trabajos. Solo trabajar», manifestó.

¿Cómo logró cancelar la boda?

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Horas antes de dar el «Sí», Monika recordó el número telefónico que busca ayudar a las niñas de India. Le quitó el teléfono a su abuela e hizo la llamada. Tenía miedo, pero era su única salvación. «Soy joven, no quiero casarme, quiero estudiar», le dijo al teléfono, sin saber quién estaba detrás de la línea. Y agregó: « ¿Pueden detener mi matrimonio?». «No te preocupes, estamos en camino», le dijo una voz desconocida.

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La fundación Urmul, es una organización benéfica, y Preeti Yadav trabaja allí. Preeti fue quien atendió el teléfono y ayudó a Monika. «Fue un desafío. Teníamos que salvar a una niña en tan solo 3 horas», explicó.

La policía llegó a la casa de Monika, revisó los papeles y le aseguró a la familia que la niña no podía casarse. Pero la familia hizo caso omiso y decidió continuar con la celebración. Monika volvió a llamar a Preeti y le alertó del cambio de dirección para la boda. Se puso su vestido de novia. Se maquilló. Estaba lista, aunque, en el fondo, estaba preparada para correr. A las 22 llegó Preeti con policías locales. «Cuando nos vio sonrió, aunque no dijo nada. Sabía que habíamos ido para detener su boda. Estaba feliz» dijo Preeti.

La policía le explicó a la familia que el casamiento ilegal y le hizo firmar un testimonio en el que prometían no organizar una boda hasta los 18 años. Si no cumplían, la pena podría ser la prisión.

Una llamada telefónica le permitió a Monika cambiar su destino. Organizaciones como Urmul están trabajando para cambiar el destino de más niñas. Pero en la India queda mucho por trabajar en esta temática.

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