Mississippi evalúa los pelotones de fusilamiento como método de ejecución para los convictos en el corredor de la muerte

Las noticias que escuchamos en la actualidad muchas veces parecen sacadas de una película de terror. Tal es el caso de una legislación que se acaba de presentar en el estado de Mississippi donde se propone un pelotón de ejecución como alternativa para cumplir la sentencia de los convictos que esperan ejecución en el corredor de la muerte de ese estado. 

El proyecto de ley 638 de la legislatura de Mississippi llega en respuesta a una demanda por el uso de la inyección letal. También por la escasez de la droga que tradicionalmente se ha utilizado con esos fines. También en esta legislación se ha propuesto la cámara de gas y la silla eléctrica. La inyección letal es el único método aprobado para ejecuciones en el estado y la demanda alega que viola la prohibición constitucional contra castigos crueles e inusuales. 

La polémica detrás de la inyección letal pica y se extiende. La mezcla usada como parte de la inyección ha llevado a un gran números de errores humanos. Según Mic, la mezcla de drogas que se inocula a los condenados tiene varias funciones: paralizar el cuerpo, detener el corazón y a veces detener el dolor. 

Uno de los casos más notorios fue el de Clayton Lockett, una ejecución que duró 43 minutos y donde utilizaron una droga que le causó inmenso dolor. Lockett fue sentenciado a muerte por el asesinato de Stephanie Neiman a quien enterró viva tras esta negarse a quedarse callada y no contar nada de lo que había visto a la policía. Este caso despierta una polémica candente sobre la pena capital. Conocer la manera tan cruel en la que Lockett mató a esta joven nos hace pensar si la pena de muerte es un castigo justo o no. 

Quienes se oponen a la pena de muerte entienden que 43 minutos para una ejecución demasiado tiempo y además, que probar drogas en convictos es un acto cruel e inhumano. Por otro lado están los amigos y familiares de las víctimas quienes no sienten ningún tipo de pena ni remordimiento ante su muerte, sea como haya sido. 

Lo cierto es que una cosa es el criminal convicto por un crimen atroz y otra es el estado que debe actuar con superioridad y hacer cumplir la ley en todos sus aspectos. Es un tema bastante complejo y polémico. ¿Qué opinas al respecto? 

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