Mayor transferencia de presos: otro paso en la era Obama para cerrar Guantánamo

En Guantánamo aún permanecen 61 detenidos

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Barack Obama ya lo habia prometido en 2008, durante la campaña presidencial que lo eyectó a liderar la mayor potencia mundial: cerrar Guantánamo antes de irse de la Casa Blanca. Y para dar un paso más hacia esa meta, Estados Unidos comunicó en la tercera semana de agosto que 15 reclusos fueron llevados a los Emiratos Árabes, entre ellos 12 yemeníes y tres afganos.

Ahora, de acuerdo con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, en GTMO (así se la abrevia en inglés) quedarán 61 detenidos, de los cuales 20 ya cuentan con aprobación de transferencia pendiente. Siete personas enfrentan cargos criminales y 34 continuarán su estadía. Algunos de los detenidos llevan 14 años sin sentencia

Este campo de detención está instalado en una base estadounidense ubicada al sudeste de Cuba, en la provincia de Guantánamo. La Base Naval de la Bahía de Guantánamo fue instalada allí en 1903, año en el que se hizo valer el tratado cubano-estadounidense, bajo el cual el segundo le arrienda el territorio al primero.

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GTMO se comenzó a utilizar como centro de detención en 2002 (unos meses después del atentado a las Torres Gemelas), cuando las autoridades de EEUU comenzaron a enviar allí a detenidos acusados de terrorismo. La mayoría de ellos provienen de Afghanistán. En enero de 2003, Guantánamo tuvo su pico poblacional de 684 internos.

Ya se habían realizado translados a otros países. En 2014, seis presos fueron llevados a Uruguay a raíz de negociaciones entre el gobierno del ex presidente uruguayo José Mujica y el del actual norteamericano. Debido al choque cultural que significó llegar a un país occidental, algunos ex-reclusos vieron su adaptación un tanto difícil. Uno de ellos huyó a Venezuela durante la primera mitad de 2016. 

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Las razones para cerrar Guantánamo 

Mantenerla abierta es contrario a nuestros valores”, declaró Barack Obama durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, en febrero de 2016.

Obama también destacó la disconformidad de otras autoridades mundiales respecto al campo de detención. “Cuando hablo con otros líderes mundiales, ellos plantean el hecho de que Guantánamo no está dando resultado”, dijo. “Estoy absolutamente determinado a cerralo”, agregó.

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Cerrar  GTMO es una de las promesas de campaña de Barack Obama. Le quedan cinco meses para abandonar el Salón Oval 

Otro punto a favor es el costo de mantenimiento que requiere una estructura como Guantánamo, con gastos anuales de hasta 445 millones de dólares.

Por último —y quizás, más importante—, Barack Obama señaló que, “Como estadounidenses, estamos orgullosos de ser un modelo en el imperio de la ley [ rule of law]. Pero después de 15 años, luego del peor atentado en la historia de Estados Unidos, la mayoría de los internos no ha recibido cargos y no se ha alcanzado ni un solo veredicto”.

Contradicción

Entonces, la antítesis no solo se produce con los “valores” de Estados Unidos, tal como mencionó su presidente. También con el sistema de detención que maneja el país. La legislación norteamericana, al igual que la de la mayoría de los países, distingue entre cárcel y prisión.

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En EE.UU., el primer concepto se refiere a instalaciones para detenciones a corto plazo. Manejada a nivel estatal, tienen presos que esperan juicio o sentencias que no alcanzan los 12 meses, a causa de delitos menores. El segundo, tiene que ver con las instituciones controladas por el gobierno federal norteamericano, que funcionan para detenciones a largo plazo. Mantienen personas con sentencias mayores a un año a causa de delitos graves.

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Específicamente, el hecho de que GTMO se encuentre fuera de territorio estadounidense es lo que le permite mantener a los detenidos por tanto tiempo —más de una década de espera, en algunos casos—, sin una sentencia concreta. Entre otra cosas, también al gobierno realizar los interrogatorios bajo sistemas de obtención de información que, en algunos casos, atentan contra los derechos humanos que su legislación defiende.