La industria de belleza es, cuanto menos, «exigente»: las modelos se exponen a dietas inhumanas con tal de tener el cuerpo «perfecto» para las competiciones y muchas veces, en ese afán de perfección estética, dejan de lado lo que es verdaderamente importante.
Más que una modelo: Miss Sudáfrica y su compromiso con los niños menos favorecidos

No todas son iguales
Si bien hay muchas misses que caen en la industria de la belleza sin reparos, hay otras que usan su popularidad para concretar un verdadero cambio en la sociedad. Es así que forman parte de ONG para ayudar a los más desfavorecidos o se dedican a concientizar sobre temáticas como el abandono, los trastornos alimenticios y las enfermedades de transmisión sexual. Afortunadamente, cada vez son más las que usan sus coronas para mostrarle al mundo los caminos que conocen para crecer como humanidad.
Demi-Leigh Nel-Peters tiene 22 años y es la representante de Sudáfrica para el concurso de Miss Universo. Además de su carrera como modelo, es estudiante de administración y a su vez tiene una gran vocación para ayudar al prójimo. Combina su tiempo entre sus estudios y el modelaje, para generar conciencia respecto a las necesidades que tienen los niños con VIH en su país.
La visita de la discordia
En su afán por hacer que su corona valga más que una estatura y un peso «perfecto» Demi-Leigh visitó un centro que alimenta y contiene a niños con VIH del que ella es voluntaria. Durante su estadía allí, posteó en sus redes sociales una serie de fotografías en las que se la podía ver compartiendo el almuerzo y jugando con los pequeños. Sin embargo, sus seguidores la criticaron fuertemente por un detalle en la fotografía: estaba usando guantes mientras comía.
Muchos usuarios la acusaron de racista e ignorante, porque por más de que los niños tuvieran VIH comer junto con ellos no la contagiaría.
La voz más esperada
Frente a la lluvia de críticas recibidas, Miss South Africa decidió explicar el motivo por el que usó guantes:
«Todos los voluntarios usamos guantes porque creímos que era lo correcto al entregar comida. Quisimos ser lo más higiénicos en la medida de lo posible».
Esta medida se debe a que cualquier germen que pueda habitar en el cuerpo de cualquier voluntario puede ser muy peligroso para ellos, ya que su sistema inmunológico es más débil.
La explicación de la modelo no fue suficiente para muchos internautas que comenzaron una serie de posteos burlándose de su justificación. Pero esta situación tampoco la detuvo.
El trabajo de Demi-Leigh no terminó cuando acabó con su presencia en esta ONG, sino que es una tarea diaria con la que ella se encuentra verdaderamente comprometida; ella sigue trabajando arduamente para poder aportar, al menos, un grano de arena a la causa.
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