La serie de Netflix Narcos ha dado de qué hablar. Tras dos exitosas temporadas, el gigante del streaming apuesta a que la producción pueda continuar al menos por una temporada más, incluso con la ausencia de la excelente actuación del brasileño Wagner Moura interpretando a Pablo Escobar.
Más allá de Narcos: el problema de la droga en América Latina

Sin embargo, no todos están felices con la serie en Colombia. Muchos se quejan de que se trata de una visión sesgada de la realidad que no es fiel a lo que en efecto sucedió en el país sudamericano. Son varias las voces que cuestionan, por ejemplo, el hecho de que la historia se cuente desde el punto de vista de EE. UU. (de los agentes de la DEA), y no desde una perspectiva colombiana.
Más allá de las voces disidentes, varios miembros del elenco han salido a dar declaraciones en contra de estas acusaciones, planteando que la serie es una oportunidad para revisitar ese período histórico y aprender de él. En este sentido, la actriz y ex miss Colombia Taliana Vargas, quien participó de la serie, afirma que
«Son cosas que no queremos hacer de nuevo, y es por eso que tenemos que hablar de ellas y mirar para atrás un poco para recordar que ese no es el camino, que tenemos que continuar movilizándonos por nuestro país».

Por otra parte, el mexicano Damián Alcázar, quien interpreta a Gilberto Rodríguez Orejuela, uno de los personajes principales de la tercera temporada, opina que las series acerca del narcotráfico son una «magnífica oportunidad de retratar la cruel realidad latinoamericana».
Pero, más allá de la ficción, ¿qué pasa hoy en día en Latinoamérica? Desde VIX revisamos diversos informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acerca de la situación latinoamericana actual (el último año relevado es el 2016). A continuación te contamos cuáles son los datos más relevantes.
Cocaína

Así como en Narcos, en la actualidad América del Sur continúa siendo prácticamente el único proveedor de cocaína del mundo. El cultivo del arbusto de coca, luego de un prolongado declive, aumentó un 30 % entre 2013 y 2015, principalmente en Colombia.
Por otra parte, el consumo de cocaína aumentó de manera marcada en la región. Se registra, además, que el consumo de esta droga entre estudiantes de secundaria es mayor en América del Sur que en América del Norte, Centroamérica y el Caribe.
En general, el consumo de cocaína es similar en América del Norte y América del Sur. Sin embargo, mientras en el norte es más común su consumo en forma de sal, en el sur es frecuente el consumo de la pasta base de cocaína, una sustancia mucho más tóxica y de menor precio.
Otras drogas

Llama la atención un aumento del uso de sustancias psicoactivas de origen vegetal en América del Sur. Estamos hablando de sustancias como los hongos alucinógenos, la ayahuasca y el cacao sabanero. Su uso solía restringirse a rituales religiosos indígenas, aunque en la actualidad su consumo se ha ampliado.
La lucha contra el narcotráfico
A escala mundial, parece que la lucha contra la droga es cada vez más eficaz, como consecuencia de una fuerte cooperación internacional. En 2015, se interceptó del 45 % al 55 % de las remesas de cocaína, una cifra sin precedentes.
Sin embargo, se nota que las nuevas tecnologías han cambiado las dinámicas de las redes de tráfico, permitiendo una rápida variación de las rutas y los métodos de ocultación. Además, los grupos delictivos organizados ampliaron su variedad de actividades ilícitas. Se han incluido otros tipos de sectores delictivos, como el delito cibernético y el delito ambiental.
El dinero de la droga no nos hace más ricos, sino más pobres

Por otra parte, se afirma que el dinero obtenido por el tráfico de drogas (incluso aunque este ingrese al circuito legal luego de ser lavado) no enriquece a los países, sino que los empobrece a largo plazo. En este punto es importante el papel que juega la competencia desleal. Si las empresas se manejan con fondos provenientes del narcotráfico blanqueados, esto tendrá como consecuencia una suba de los precios del mercado y terminará por perjudicar al resto de las empresas, que se financian con fondos lícitos.
Además, el tráfico de drogas fomenta la corrupción, al mismo tiempo que la corrupción incentiva el tráfico de drogas, por lo que se genera un sistema que se retroalimenta.
La corrupción, el tráfico de drogas y la pobreza se refuerzan entre sí
Por otra parte, según investigaciones del Banco Mundial, la corrupción genera más pobreza, ya que desalienta la inversión extranjera. Además, según estudios del Fondo Monetario Internacional, la corrupción aumenta la desigualdad de ingresos. Y esta, a su vez, fomenta el tráfico de drogas y la corrupción, cerrándose así el círculo.
Algunas señales de cambio

En los últimos años, ha habido a nivel mundial varias iniciativas relacionadas con la legalización de la marihuana, como el caso de Uruguay, del Distrito de Colombia y de algunos estados de EE. UU. Sin embargo, la ONU afirma que todavía tendremos que esperar un poco más para evaluar sus resultados.
Otro de los puntos señalados como positivo es la promesa de las FARC de cesar su participación en el tráfico de drogas como parte del acuerdo de paz (varias fuentes calculan que las FARC se hicieron con más de mil millones de dólares por medio del tráfico).
¿Cómo salir de la espiral?

Como medidas concretas, la ONU afirma que la cooperación internacional y el seguir la pista del dinero continúan siendo los caminos más fructíferos.
Sin embargo, no se hace hincapié en un aumento de penas, sino que se las desaconseja para delitos menores. En este sentido, se recomiendan las sanciones sustitutivas al encarcelamiento en especial por el hecho de que los consumidores de drogas son mucho más propensos al contagio de infecciones como el VIH, la hepatitis C o la tuberculosis cuando están tras las rejas. Prevenir este tipo de infecciones no solo es beneficioso para la salud de las personas implicadas, sino que, a la larga, es mucho más provechoso para la comunidad en general por el ahorro de gastos en salud.
Sin dudas, la problemática del narcotráfico en Latinoamérica es sumamente compleja. Conocerla y comprenderla es un gran primer paso hacia un continente mejor.






