No. Al menos hasta el mes de agosto, cuando un equipo de investigadores estadounidenses proponía la posibilidad (bah, más bien la aseguraba a todas luces) de que la australopitecina más famosa de todas y sus colegas australopitecus afarensis utilizaban herramientas, basándose en un hallazgo que obviamente suscitó el debate.
¿Lucy NO usaba herramientas?

Es que estos investigadores encontraron un fragmento de madera fosilizada de 3.4 millones de años de antigüedad que presentaba ciertas escotaduras, que los investigadores proponían como trazas de uso de herramientas presuntamente fabricadas por los A. afarensis. Ahora la esperada respuesta por parte de la academia llegó definitivamente, oponiéndose a esta afirmación.
Manuel Domínguez-Rodrigo y su equipo de la Universidad Complutense de Madrid salieron al cruce de la hipótesis, desmintiéndola y calificándola como demasiado arriesgada.
“Una marca hecha con una herramienta de piedra puede ser morfológicamente similar a una marca accidentalmente producida por un animal pisoteando un hueso, si el hueso se encuentra sobre una superficie abrasiva”, afirmó Dominguez-Rodrigo.
El arqueólogo interpreta estas marcas como un producto de la acción de la naturaleza, y ello no parece nada descabellado. Por supuesto que pueden ser de origen humano, pero sin herramientas asociadas arqueológicamente que lo confirmen... difícil es creerlo.
Esto es ciencia, y el debate es inherente a ella. Personalmente defender esto como un hecho incuestionable (tal como lo afirman los descubridores del hallazgo) me parece un tremendo acto de soberbia. Es imposible afirmar la hipótesis del uso de herramientas por parte de australopitecinos afarensis en base a este mero descubrimiento. El tiempo dirá quién tiene razón, o en realidad la investigación profunda.









