Los tímidos no son antipáticos: entiende ya su forma de ser
¿Introvertido o extrovertido? Esa es la cuestión. En general, se tiende a creer que una persona tímida y apocada tiene una personalidad introvertida y, por el contrario, alguien con un gran encanto social tiene los típicos rasgos de un extrovertido. Ahora bien, no todo se trata de extremos ni contraposiciones en la ciencia que estudia nuestra mente.
Para empezar, estos términos fueron acuñados -por primera vez- por el médico psiquiatra, Carl Gustav Jung en su célebre obra, Tipos psicológicos, de 1921. Allí, el discípulo de Sigmund Freud define a la introversión como aquella actitud más reflexiva y analítica mientras que la extraversión se preocupa más por las cosas superficiales del mundo exterior. Esto no quiere decir que una persona sea completamente introvertida o completamente extrovertida, sino que tienen distintas maneras de comportarse y de sentir.
En ese sentido, John Hackston, médico especialista en la temática, presentó un interesante estudio en la conferencia «División de Psicología Ocupacional» de la Sociedad Británica de Psicología. Su investigación explica cómo las personas se identifican con ciertas actividades mejor que otros conforme su personalidad.
¿Cómo son las personas introvertidas?
De acuerdo con Hackston, los introvertidos prefieren construir amistades más profundas y significativas. Sin embargo, el experto desmiente rotundamente la creencia popular de que estas personas huyen de los círculos sociales grandes. Sí es verdad que necesitan más tiempo para recargar energía entre una conversación y otra, incluso pueden llegar a sentirse abrumados, pero no tienen miedo de relacionarse. Simplemente lo hacen de otra manera.
Por su parte, la psicóloga Perpetua Neo explicó a Business Insider que esto sucede porque los introvertidos tienen un umbral de sensibilidad más bajo a la dopamina -sustancia producida por el propio cuerpo humano que nos causa sensación de placer o de relajación- comparado a los extrovertidos.
Cuanto más bajo sea ese umbral, más fácil se estimulará. «Su química cerebral es diferente», dice Neo. Es por eso que los introvertidos gozan de más energía estando solos o con pocas personas en un ambiente más tranquilo o armónico.
¿Y las personas extrovertidas?
Los extrovertidos, por el contrario, reciben mayor estímulo en espacios amplios repletos de gente. Tienen una energía increíble, se muestran incandescentes y con ganas de llevarse el mundo por delante. El cerebro de cada una de estas personas se comporta de manera diferente dependiendo del contexto en que se lo encuentre.
Mientras los introvertidos son mucho más perceptivos a los detalles de un evento, los extrovertidos responden rápido, pueden dejar llevarse por las apariencias y suelen ser mucho más ansiosos. De todos modos, ser de una manera o de otra no es mejor ni peor. Lo que sí debes saber es que la manera de relacionarte con el entorno social va a ser distinta.
Todos somos únicos e irrepetibles y eso es lo más interesante de esta vida. Cuéntanos ¿qué piensas?