Una de las mayores certezas que tenemos en este mundo es el color de los animales. Por lo general, las jirafas son amarillas con manchas café, las zebras blancas con rayas negras, las panteras presumen un pelaje oscuro, los tigres son naranja rojizo con rayas negras, etc.
Los tigres no son naranjas; un estudio reveló que en realidad son verdes, la ciencia lo explica


Así es como los humanos los vemos, pero en el mundo animal, varios de estas criaturas no presumen el color que nosotros creemos. Y no, no nos referimos al pelaje blanco de los animales albinos, sino a colores totalmente ajenos a los que hemos relacionado siempre con ciertos animales. Por ejemplo, ¿te imaginas un tigre verde?

Los tigres no son naranjas sino ¿verdes?
Los tigres lucen magníficos con su llamativo pelaje naranja rojizo que contrasta con sus rayas negras y algunas zonas de color blanco. Sin embargo, si lo piensas, este colorido pelaje llama bastante la atención.
El tono cálido y brillante resalta con el verde de la vegetación y puede ser visto incluso a kilómetros: situación que pone en bastante desventaja a estos grandes felinos cuando están cazando a sus presas.

Muchos podrían pensar que lo ideal para pasar desapercibido es que los tigres presuman un color similar al de su hábitat como algún tono parecido al de las plantas y maleza de la jungla. Curiosamente, para nuestra sorpresa, a pesar de lo que nuestros ojos nos hagan creer, estos felinos SI presumen un pelaje de tono verde, por lo menos para sus presas, el cual es perfecto para camuflarse entre la vegetación.

Un estudio de la Universidad de Bristol explica que la efectividad del camuflaje de los animales depende en gran medida del sistema visual de las presas y los depredadores.
En este sentido, los humanos y muchos primates presumimos una visión tricromática, es decir, tenemos tres tipos de conos (fotorreceptores), azul, verde y rojo, que perciben la luz y nos ayudan a tener un rango más amplio en nuestra visión del color, por ello distinguimos el pelaje naranja del tigre.

En cambio, la mayoría de los mamíferos, entre ellos los ciervos y demás presas potenciales de los tigres, cuentan con una visión dicromática: tienen dos tipos de cono que sólo son sensibles al azul y al verde, lo cual provoca que vean a los tigres del mismo tono que la vegetación que los rodea.
En realidad, los tigres sí presumen un pelaje naranja para el ojo humano, pero para sus presas son de un tono verdusco y opaco que les ayuda a pasar desapercibidos, tal y como lo ilustraron los investigadores en su estudio publicado en The Royal Society.

También te puede interesar:









