Los SÍ y los NO del home office

Hace algunos años era una locura pensar en trabajar desde casa. Pero hoy, el avance de la tecnología incorporada al trabajo ha hecho de este metodología algo mucho más cotidiano: el home office es una tendencia que crece a pasos agigantados.

PUBLICIDAD

Cada vez son más las empresas que lo incorporan y las personas que prefieren  trabajar desde casa. ¿A quién no le gustaría hacerlo? Pero hay que reconocer que el home office no es para todos. Sólo los más responsables y metódicos saben cómo organizar el espacio de trabajo en casa y establecer sus propias reglas para cumplir con sus objetivos laborales. 

En este artículo de iMujer, te proponemos analizar los sí y los no de esta nueva modalidad:

Imagen Thinkstock

Sí: Permite compartir más con la familia

Trabajar desde casa nos permite estar más tiempo con nuestros hijos y acomodar los horarios para poder llevarlos y traerlos a sus actividades. 

Imagen Thinkstock

Sí: No hay que viajar

El tiempo de traslado al trabajo se reemplaza por alguna actividad más productiva o, simplemente, nos permite descansar un rato más. 

Imagen Thinkstock

Sí: Aumenta la predisposición

Cuando uno trabaja desde casa, suele estar más a gusto y rendir mejor. Las pequeñas libertades y la comodidad del hogar son pequeños detalles que contribuyen a la motivación de los empleados.

Imagen Thinkstock

Sí: Crece la productividad

Varios estudios han comprobado que un empleado en casa es más productivo que en la oficina. Es importante en este punto el contacto diario con compañeros y el envío de reportes, para mantener un cierto orden sostener los objetivos a largo plazo. 

Imagen Thinkstock

Sí: Brinda más autonomía y flexibilidad

La posibilidad de manejar nuestros horarios nos brinda más independencia. Así, cada uno puede aprovechar el momento del día que más le convenga y dedicarse momentos de dispersión cuando sea necesario.

Imagen Thinkstock

No: Aísla al empleado

Cuando los trabajadores hacen de su casa una oficina, se pierde contacto cotidiano con los compañeros de trabajo y con los superiores. La tecnología permite hacer llamadas y mantenerse comunicado pero el trato no es el mismo que cuando se comparte el espacio físico.

Imagen Thinkstock

No: Hay más distracciones

La televisión y otros elementos de esparcimiento están a la mano y nadie controla que no los usemos. Depende de la fuerza de voluntad de cada uno no usarlos o hacerlo siempre y cuando no perjudique nuestro desempeño.

Imagen Thinkstock

No: Se puede acumular más el trabajo

Manejar nuestro tiempo, ¡puede ser un arma de doble filo! No hay que confiarse y ponerse a trabajar para poder cumplir con los objetivos.

Imagen Thinkstock

No: La oficina es el hogar

Trabajar y vivir en un mismo ámbito puede no ser bueno. Hay que aprender a separar ambos espacios y a realizar al menos pequeñas salidas al terminar la jornada laboral.

Imagen Thinkstock

No: No hay horarios definidos

Es probable que al estar en casa nos cueste organizar nuestros horarios. Para esto es importante armarnos rutinas laborales y cumplirlas.

PUBLICIDAD

Una vez que conocemos los pros y contras del home office, podemos optar por una modalidad intermedia. Es decir, trabajar en la oficina con nuestros compañeros y dedicar uno o dos días semanales al trabajo desde casa. Así vas a poder conjugar lo mejor las dos opciones y encontrar un equilibrio en tu vida profesional.

Muchas empresas ya están ofreciendo esta posibilidad a sus empleados. ¿Es este tu caso?

Si lo es, te recomendamos ambientar un espacio de tu casa para ejercer desde ahí tus tareas laborales. Acá podés encontrar unos tips para decorar una oficina en casa

Y vos, ¿te animás al home office?