Los ojos violeta naturales existen y son causados por esta rara condición

Estamos acostumbrados a ver personas con ojos de color café, ámbar, verde, azul o incluso gris, pero ¿alguna vez te has topado con alguien cuyos ojos tengan un tono violeta? Como los ojos de la actriz Elizabeth Taylor, los cuales eran color lila y causaban furor entre sus admiradores.

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El color de los ojos está determinado por la cantidad de melanina que tenga el iris. La melanina es un pigmento que también está presente en la piel y el cabello, y de igual manera precisa su tonalidad. Entre más melanina haya, más oscuro será el iris.

Lotería genética

Los ojos violeta se deben a una mutación genética denominada Síndrome de Alejandría o Génesis de Alejandría. Cuando nacemos, nuestros ojos se ven un poco más claros y conforme pasan los primeros meses la cantidad de melanina aumenta y el color se oscurece.

En el caso de las personas con Síndrome de Alejandría, la cantidad de melanina no se incrementa y el iris permanece con un tono azul grisáceo. Aunado a esto, en los primeros años de vida aparecen pigmentos rojos en el ojo, como parte del síndrome. La combinación de azul y rojo provoca que el iris se vea de color violeta.

Imagen Shutterstock

Además del peculiar color de sus ojos, las personas que tienen esta condición presentan otras características, como una piel blanca pero muy resistente al sol, carencia de vello facial y, en el caso de las mujeres, ciclos menstruales irregulares (aunque no está comprobado que esto afecte su fertilidad).

Esta condición recibe el nombre de Síndrome de Alejandría, debido a que el primer caso del que se tiene registro fue en 1329, en una niña llamada Alexandria o Alejandría que vivió en Londres, Inglaterra. Al nacer, los ojos de la pequeña se veían de color azul, pero para su segundo cupleaños habían adquirido un tono violeta. Esto causó gran conmoción entre sus conocidos, quienes no pudieron encontrar una explicación satisfactoria en la comunidad médica.

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Hasta el momento no se tienen registros precisos de cuántas personas viven con esta mutación genética. Lo que se sabe es que es muy poco común, no causa alteraciones en la capacidad visual ni riesgos para la salud.

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