Los mejores 10 descubrimientos accidentales
En su incesante búsqueda por facilitar las cosas, el Hombre ha revolucionado la historia con sus numerosos inventos y también descubrimientos. Muchos se han quemado el cerebro ingeniándoselas para lograrlo, pasando horas, días, semanas y años investigando, e incluso hay algunos inventores que murieron por sus propios inventos. No obstante, los descubrimientos no siempre llegaron de este modo, sino que por el contrario, fue algo puramente casual o accidental que los provocó.
Te sorprenderás al saber cuántos y cuáles fueron algunos de los tantos descubrimientos por accidente. Hoy voy a enseñarte algunos de ellos, échale un vistazo a este recorrido en el que veremos los mejores 10 descubrimientos accidentales.
Viagra
Los hombres bajo tratamiento para la disfunción eréctil deben agradecer enormemente a los trabajadores de Merthyr Tydfil. En esta aldea de Gales, en el año 1992 se efectuaron unas pruebas con una nueva droga contra la angina de pecho y la sorpresa ”se despertó” cuando surgieron los efectos secundarios que, entre otras cosas, desafiaban la gravedad.
LSD
En el año 1943, el químico suizo Albert Hofmann tomó el primer ácido de la historia. Todo ocurrió por accidente cuando tocó una mica de dietilamida del ácido lisérgico, un compuesto químico que él había investigado para estimular el parto. Tres días después, tomó una dosis mucho mayor para poner a prueba sus efectos y ese día pasó a la historia como “el día de la bicicleta”.
Rayos-X
Los científicos jugaban con los rayos que se emiten cuando los electrones golpean un objetivo metálico ya desde el siglo XIX. Pero los rayos-X no fueron descubiertos hasta el año 1895, cuando el intelectual alemán Wilhelm Röntgen probó colocar varios objetos en frente de la radiación y vio los huesos de su mano proyectados sobre la pared. ¿Escalofriante no?
Penicilina
El científico escocés Alexander Fleming investigaba la gripe en 1928 cuando se dio cuenta de que un moho azul-verdoso había infectado una de sus placas Petri y había matado a la bacteria staphylococcus que cultivaba en él. Gracias a su descuido y su posterior descubrimiento, millones de vidas se han podido salvar.
Endulzante artificial
Tres falsos-azúcares han llegado a los labios humanos solo porque los científicos olvidaron lavarse las manos. El ciclamato (1937) y el aspartamo (1965) son subproductos de la investigación médica y la sacarina (1879) apareció durante un proyecto con derivados de la brea de carbón. Todo por accidente.
Hornos microondas
Los emisores de microondas (o magnetron) eran usados por los radares aliados en la segunda Guerra mundial. El salto de detectar nazis a calentar la comida llegó en 1946, después de que un magnetrón derritiera una barra de caramelo que Percy Spencer, ingeniero de la empresa Raytheon, llevaba en su bolsillo.
Coñac
Los mercaderes de vino medievales solían extraer el agua del vino (haciéndolo hervir) de modo que su delicada carga se asentara mejor y ocupara menos espacio en el mar; una vez llegaban a destino volvían a añadirla. Un día alguien decidió evitar el proceso de reconstitución y dio origen al brandy -suponemos que fue un marinero-.
Caucho vulcanizado
El caucho se pudre de mala manera y huele peor a no ser que se vulcanice. Los antiguos mesoamericanos tenían su propia versión del proceso, pero Charles Goodyear lo redescubrió en 1839 cuando se le cayó inintencionadamente un compuesto a base de caucho y azufre sobre una estufa caliente.
Blandi-blub (moco falso)
En los años 40, el científico de General Electric James Wright trabajaba en una goma artificial que pudiese ayudar en la guerra y mezcló ácido bórico y aceite de silicio. No pudo darle el uso que el quería pero tirar de las tiras de cómic se convirtió en un pasatiempo nacional.
Patatas chips
En 1853 el chef George Crum preparó el complemento perfecto para sandwichs cuando decidió fastidiar a un cliente que siempre se quejaba de que sus patatas fritas eran demasiado gruesas. Entonces las partió del grosor de un papel y las frió hasta que crujían. En lugar de vengarse le termino haciendo un favor.
De acuerdo, exageré un poco con lo de “los mejores”, pero si bien no son los más útiles e importantes, sí son los más graciosos y curiosos. ¿Qué te pareció? ¿Qué otros inventos o descubrimientos accidentales te gustaría añadir a esta lista? Creeme, ¡hay muchos más!