¿Los gatos son líquidos? Este científico ganó un premio por su osada teoría

La  Real Academia Española define un líquido como «dicho de un cuerpo de volumen constante: de moléculas con tan poca cohesión que se adaptan a la forma de la cavidad que las contiene, y tienden siempre a ponerse a nivel». 

Con eso en mente, se puede pensar que cuando un gato se acomoda en un espacio pequeño está actuando como un líquido. O al menos eso fue lo que pensó  Marc-Antoine Fardin, un físico de la Universidad Paris Diderot, cuando formuló una curiosa teoría: los gatos son líquidos. 

La física de los felinos

Hay muchos memes y fotos graciosas de gatos en lugares muy pequeños, pero este físico quería darle una base científica a la broma de que los felinos son líquidos. 

¿Cómo lo hizo? Observando felinos y aplicando sus conocimientos de  reología, una rama de la física que se dedica a estudiar el movimiento de los fluidos. Así descubrió que los gatos se adaptan a la forma de un contenedor de una forma similar al agua. 

«En el centro de la definición de un líquido hay una acción: una materia debe ser capaz de modificar su forma para ajustarse a un contenedor», explicó en un artículo sobre su teoría, «la acción también debe tener una duración característica. En reología se le llama  el tiempo de relajación. Determinar si algo es líquido depende de si observado durante un período de tiempo más corto o largo que el tiempo de relajación».

• También te puede interesar: «¿Por qué a muchos gatos no les gusta el agua?»

En pocas palabras, el tiempo de relajación es lo que demora un líquido, o en este caso, un gato, en ocupar el espacio de un contenedor. Con ese dato, más otro período, llamado experimental (que se refiere al tiempo que pasa desde que el animal entra en el recipiente), se puede calcular el  número de Deborah, que se usa en la reología para calcular qué tan líquido es un objeto.

Este  estudio ganó el  Ig Nobel, un galardón dedicado a las investigaciones que hacen reír y luego pensar, y nos invita a pensar, en definitiva, que los gatos podrían ser más líquidos de lo que inicialmente habíamos pensado. 

• Sigue leyendo: «Los gatos tienen un léxico secreto, según esta psicóloga»