¿Lo que buscas con tu navegador en modo incógnito es realmente anónimo?

Imagen ThinkStock

La historia de esta periodista que se puso a investigar acerca de la privacidad de lo que hacemos en nuestros navegadores de Internet es realmente preocupante, teniendo en cuenta los resultados obtenidos.

PUBLICIDAD

No es novedad que hay varias empresas que saben qué camino hacemos a diario, a dónde vamos, en qué vamos y cuántas veces a la semana lo hacemos. Pueden averiguar lo que nos gusta, lo que nos molesta, lo que nos apasiona. Pero existe una gran diferencia entre tener nuestra información para almacenarla y tenerla para repartirla por el mundo a cambio de dinero.  

La navegación no es privada

Imagen Shutterstock

La historia comienza cuando una periodista alemana llamada  Svea Eckert se creó un perfil falso en LinkedIn y armó una página web medianamente creíble para desarrollar una identidad anónima. La identidad anónima se llamaría  Anna Rosenber

La supuestamente real Anna Rosenber se contactó con una empresa de venta de datos de personas para pedir acceso a una prueba gratuita del servicio. Es decir que, técnicamente, Anna Rosenber obtuvo acceso a la información de navegación de 3 millones de alemanes sin siquiera haber pagado por ello. 

La cifra de 3 millones sin dudas es una cifra alta, pero podemos tomar reales dimensiones del asunto si hacemos un par de comparaciones. 3 millones de personas son probablemente la cantidad de personas que acceden diariamente a Internet desde Uruguay. Es decir que relativamente Anna Rosenber podría haber tenido acceso a la información de navegación de un país completo. 

La periodista Eckert logró más tarde encontrar la identidad de muchas personas que estaban detrás del historial de navegación. Eckert le contó a la revista Motherboard que la página web de la empresa en la que trabaja le asigna a cada empleado un número de identificación en particular.

PUBLICIDAD

La periodista simplemente debió buscar el número de sus compañeros en la base de datos para saber cuál era el historial que les pertenecía, logrando tener acceso a todas las páginas que habían visitado en el último mes. 

Más allá de la cuestión ética, que abre el debate acerca de la privacidad que todos merecemos tener a la hora de navegar en la web, quizás deberíamos preocuparnos acerca de las posibilidades de ser chantajeados. Básicamente cualquier persona con un perfil en LinkedIn y una página web aparentemente seria podría acceder a nuestro historial de navegación, incluso sin pagar por ellos, para después pedirnos dinero a cambio de no revelarlos. 

La web de la confianza no era tan confiable

Imagen ThinkStock

La situación se vuelve más turbia cuando la periodista alemana encontró en la base de datos el historial de un gran amigo. Ella le comentó lo sucedido, por lo que él empezó a borrar ciertas aplicaciones instaladas en el navegador (conocidas como plugins o extensiones) hasta desaparecer de la base de datos brindada a Eckert / Rosenber. 

Lo más preocupante del asunto es que recién después de desinstalar 7 extensiones el amigo de la periodista logró salirse de la base de datos. La extensión que estaba reclutando la información habría sido una extensión llamada  Web of Trust (cuyo nombre puede traducirse como Web de la Verdad o Web de la Confianza). 

La extensión en cuestión está diseñada para proteger a los usuarios de los peligros de Internet, aunque paradójicamente terminó exponiendo su privacidad frente a un montón de desconocidos. Las autoridades de la web señalaron que se habían esforzado para vender la información de una manera anónima sin poner en peligro a las personas, aunque claramente no lo lograron. 

PUBLICIDAD

La venta de la información acerca de lo que hacemos con nuestros navegadores realmente es preocupante. Lo que es peor de todo esto es que con apenas una pequeña parte de nuestro historial pueden averiguar nuestra identidad. La información que venden las empresas sobre lo que hacemos en Internet no es anónima y nuestra privacidad está expuesta.

¿Estamos protegidos si usamos la ventana de navegación de modo incógnito? Probablemente no, debido a que las extensiones que estamos usando son capaces de recopilar información directamente de nuestro navegador, sin necesidad de analizar las señales que le enviamos a nuestros proveedores de Internet. 

¿Te parece este tema tan preocupante como me parece a mí? ¿Qué crees que podamos hacer al respecto? ¿Estarán expuestas también nuestras contraseñas de algún modo? 

También te puedo recomendar leer: