Líderes musulmanes niegan oraciones fúnebres a los atacantes muertos en Londres

Los tres atacantes que perpetraron un atentado en Londres el pasado sábado, primero atropellando peatones con una camioneta en el London Bridge y más tarde atacando con cuchillos a personas en restaurantes y pubs, fueron abatidos por la policía en el acto.

Al día siguiente, la agencia de noticias Amaq, considerado el medio propagandístico del Estado Islámico, dijo que los atacantes estaban afiliados a este grupo terrorista.

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Este lunes la policía metropolitana de Londres ha difundido la identificación de dos de los tres atacantes: Khuram Shazad Butt, ciudadano británico nacido en Pakistán de 27 años, y Rachid Redouane, posiblemente nacido en Libia o en Marruecos, de 30 años.

Contrarios al islam

En una decisión que el periódico The Guardian describe como “extremadamente inusual”, líderes religiosos musulmanes en el Reino Unido, pertenecientes a diversas ramas del islam, han dicho que no darán las oraciones fúnebres en honor a los atacantes.

El rito es tradicional en el islam, cuyos imanes (los líderes religiosos que dirigen la oración colectiva) siempre dedican oraciones fúnebres a cualquier musulmán fallecido, sin importar sus acciones.

Desafiando esta tradición, más de 130 líderes religiosos musulmanes del Reino Unido se han unido para negar estar oraciones a los atacantes y manifestar su rechazo al extremismo de sus acciones, que aseguran que son contrarias a lo que sostiene el islam.

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Dijeron que su decisión surge del dolor de ver sufrir a las víctimas y a sus familias, y exhortaron a otros religiosos a hacer lo mismo.

«No realizaremos las tradicionales oraciones fúnebres islámicas para los atacantes» declararon en su comunicado, «y exhortamos a nuestros colegas imanes y otras autoridades religiosas a que también priven a estos hombres de este privilegio».

Y agregaron que esta medida se debe a que las acciones de los terroristas «son indefendibles y completamente contrarias a las nobles enseñanzas del islam».

El comunicado fue leído por el comandante Mak Chishty, oficial de más alto rango de la policía metropolitana que profesa la fe musulmana.

En él también considera que el deber de todo musulmán es ser leal al país en el que vive, y que se deben tomar nuevas medidas, buscar nuevos caminos para combatir «el extremismo y el odio que persiste en nuestras comunidades».

Mientras tanto, otro líder musulmán, Harun Khan, secretario del Consejo musulmán británico, separó al terrorismo de la práctica de esta religión: «Sabemos que muchos de los terroristas han tenido antes una vida vinculada al delito» consideró, «y es frecuente que el camino al extremismo se encuentre fuera de la mezquita y en los márgenes de la sociedad».

«Tenemos que luchar contra esta ideología odiosa, que hace del matar algo cool y que utiliza al islam como una capa para justificarse» sentenció.

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