LeBron James se niega a alojarse en un hotel de Donald Trump en su gira con los Cavaliers

Los Cleveland Cavaliers, el equipo que viene de lograr el campeonato 2016 de la NBA, viajó esta semana a Nueva York para disputar un encuentro como visitantes con los Knicks, en el famoso Madison Square Garden.

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De acuerdo a los arreglos ya estipulados por parte de la dirigencia del equipo, los jugadores debían alojarse en el Trump SoHo, un hotel condominio que Donald Trump y su compañía operan mediante una concesión (no es de su propiedad).

El líder de los Cavs, LeBron James, y otros jugadores del equipo, han decidido no alojarse en este hotel.

La estadía de los 14 jugadores de la delegación ya estaba prevista y fijada desde antes de las elecciones estadounidenses que ganó Donald Trump.

Según se informa ahora, al menos la mitad del plantel de los Cavaliers se sumó a James y no se quedará en el Trump SoHo, por lo que los dirigentes están a la búsqueda de un nuevo hotel para que todos ellos se alojen juntos en otro lugar.

La medida, aunque fue un poco imprevista y repentina, no es la primera de este tipo.

Hace algunas semanas, tres equipos de la NBA — Milwaukee Bucks, Memphis Grizzlies y Dallas Mavericks— anunciaron que no se alojarían en hoteles de Donald Trump, argumentando que querían “evitar cualquier asociación implícita con el presidente electo”.

Imagen Getty Images

Además de ser la estrella absoluta del basquetbol estadounidense —ganador de tres campeonatos de la NBA con diferentes equipos, cuatro premios MVP y dos medallas olímpicas, entre otros logros— y sencillamente una de las grandes estrellas mundiales del deporte, LeBron James se ha tomado muy en serio el compromiso y la responsabilidad asociadas a su estrellato Uno de esos deportistas que entendió el peso social y político aparejado a su influyente figura, lo que maneja habitualmente de forma sensata y razonable (no es casual que recientemente haya donado dos millones y medio de dólares al Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana para una exposición en honor a Muhammad Ali, otro que hizo activismo desde su posición de estrella del deporte).

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El año pasado LeBron James fue electo vicepresidente de la asociación de jugadores de la NBA, y muchos, incluyendo sus colegas, lo consideran como la cara visible de esta prestigiosa liga.

Tampoco ha evitado tomar posición en los asuntos políticos más controvertidos, desde la guerra en Darfur hasta los más tristemente célebres asesinatos de afroamericanos que originaron el movimiento Black Lives Matter.

Durante la última campaña electoral, James manifestó su apoyo público a la candidata demócrata Hillary Clinton.

“Si el básquetbol me ha enseñado algo” escribió en su apoyo a Clinton, “es que no se alcanza la grandeza en solitario, y hay que trabajar en equipo para lograr un cambio real”.

Con estos antecedentes, su rechazo al alojamiento en el Trump SoHo no suena realmente sorprendente.