Las impresoras autorreplicables 3D podrían construir bases lunares y luchar contra el calentamiento global

Las impresoras 3D permiten crear objetos funcionales de forma rápida y económica, algo que sería realmente útil en lugares donde no se tiene acceso a materiales de construcción, tal como ocurre en el espacio exterior.

Expertos canadienses desarrollaron una impresora 3D que, utilizando materiales propios del suelo lunar, podría imprimir piezas para armar nuevas impresoras de su tipo y así poder construir todo tipo de estructuras necesarias, si es que se quiere llevar a personas a vivir fuera de la Tierra.

Impresora 3D que se multiplica con materiales extraterrestres

Casas, partes del cuerpo, prótesis, alimentos, etc. La cantidad de cosas que se pueden crear con una impresora 3D es impresionante, y estos gadgets serán muy útiles en misiones de exploración espacial, dadas sus características.

Investigadores de la Universidad de Carleton en Canadá trabajan en una impresora 3D que se puede replicar a sí misma, ya que no solo es capaz de imprimir las piezas que se necesitan para crear otra, sino que también puede utilizar materiales no tradicionales.

Esta impresora 3D, que, además, posee un brazo robótico, puede tomar materiales desde la superficie lunar para crear otra impresora igual, que, además, sería simple de ensamblar por parte de los exploradores espaciales.

Por supuesto que estos materiales tienen que pasar antes por un proceso en el que se modifican para adaptarlos a lo que se necesita, incluyendo un tratamiento a altas temperaturas para obtener carbono volátil y agua lunar.

La tecnología detrás de esta impresora 3D incluye la creación de redes neuronales a través de la inteligencia artificial, para así controlar y adaptar cada proceso en el momento. Así, se podría tener verdaderas fábricas polifuncionales en la Luna.

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El uso de estas impresoras es inmenso y va desde la construcción de estructuras de protección y refugio al desarrollo de escudos solares e incluso celdas que captan los rayos solares, convirtiéndolos en energía que posteriormente podría enviarse a la Tierra.

El captar energía desde el espacio y enviarla a la Tierra ayudaría a aumentar el uso de energías limpias, pero el potencial ecológico de estas impresoras va más lejos, ya que se pretende crear e instalar escudos que sirvan para proteger al planeta de la radiación solar, lo que contribuye a la lucha contra el calentamiento global.

Las impresoras 3D creadas por los científicos canadienses parecen prometedoras, pero todavía falta bastante desarrollo antes de que se conviertan en un gadget funcional. Sin embargo, sin dudas se trata de un importante paso adelante, no solo para la exploración humana del espacio exterior, sino también para proteger nuestro apaleado planeta.

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