Hasta ahora siempre creímos que las hijas e hijos únicos se distinguían principalmente en su comportamiento.
Las hijas e hijos únicos tienen una estructura cerebral muy diferente a la media y es por esta curiosa razón

Según la psicología, crecer sin hermanos o hermanas condiciona nuestro comportamiento y personalidad en el sentido que nos hace más egoístas y más propensos a no querer compartir. Pero la ciencia acaba de demostrar que también existen diferencias en la estructura cerebral de las hijas e hijos únicos.
El desarrollo del cerebro se ve afectado

Un grupo de especialistas realizó un estudio comparando tomografías de cerebros de hijas e hijos únicos y de aquellas personas que crecieron con hermanos o hermanas. Además, realizaron estudios para determinar la inteligencia, creatividad y personalidad de cada quien.
Según los resultados, no hay muchas diferencias en cuanto a la inteligencia de los niños o niñas, pero aquellas personas que son hijas e hijos únicos demostraron tener mayor flexibilidad en su pensamiento, así como personalidades menos agradables.
Sin embargo, las diferencias más evidentes fueron en el volumen del cerebro. Los resultados muestran que las hijas e hijos únicos tienen un volumen mayor en la región del lóbulo parietal, que es responsable de la percepción y procesamiento del lenguaje, lo cual se corresponde con lo observado en cuanto a la flexibilidad de pensamiento.
En otras áreas los cerebros de las hijas e hijos únicos parecerían tener menor volumen, en particular en el corteza prefrontal media, que se asocia con la regulación de emociones y comportamiento social. Esto a su vez también se corresponde con los bajos niveles de simpatía que se registraron en otras pruebas.
La crianza y los efectos físicos

Por ahora, el equipo de especialistas no comenzó a investigar las razones por las que hay semejantes diferencias entre las hijas e hijos únicos y las personas con hermanos o hermanas. Sin embargo, sugieren que es posible que se deba a la atención dedicada por padres y madres. Esto significaría que, en cierta medida, la creatividad en niñas y niños depende de las expectativas y atención de padres y madres.
A su vez, la razón por la cual hijas e hijos únicos son percibidos como menos agradables podría ser el resultado de la atención excesiva de parte de padres, madres y el resto de la familia. En estos casos, niñas y niños tienden a estar menos expuestos a grupos sociales externos y se enfocan más en actividades solitarias.
Lo importante a destacar es que, en este estudio, se analizaron jóvenes de una parte específica del mundo y en un momento específico del tiempo. Por lo tanto, para verificar la reproducibilidad del estudio se deberían volver a repetir a lo largo de varios años y en distintas regiones.
No obstante, esta es la primer evidencia de que hay diferencias anatómicas y estructurales en el cerebro que dependen de si nos criamos con o sin hermanos y hermanas. Y más adelante, en la vida, estas diferencias condicionan nuestras relaciones con otras personas.
¿Eres hija o hijo único? ¿Crees que este estudio te describe en cierta medida?
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