¿La sangre humana joven hace más inteligentes a los ratones? Esto dice la ciencia

Por primera vez en la historia de la ciencia, una proteína humana tiene el efecto de mejorar la función cerebral.

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Así lo demostró un estudio publicado en la revista Nature que muestra que l a sangre humana joven puede mejorar la memoria de ratones ancianos.

La investigación ha demostrado que las infusiones de sangre joven logran revertir los síntomas de envejecimiento, desde pérdida de la memoria hasta la pérdida de función muscular, metabolismo o la estructura de los huesos.

Envejecimiento en ratones

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Parece algo alocado de estudiar, pero lo cierto es que durante décadas un gran número de especialistas ha estudiado los efectos de la sangre joven en el envejecimiento de los ratones y lo han hecho mediante una técnica llamada parabiosis.

Mediante esta técnica, los científicos toman un ratón anciano y lo cosen a otro ratón más joven para que compartan el sistema circulatorio.

La sangre joven y su influencia

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Las propiedades rejuvenecedoras de la sangre joven han podido ser demostradas en las transferencias entre ratones, pero ahora la evidencia ha impulsado una serie de ensayos clínicos para ver si las personas ancianas también se benefician de los donantes de sangre jóvenes, experimentando mejoras a nivel físico.

Científicos de la Universidad de Stanford, California, han comenzado a realizar pruebas con plasma sanguíneo recolectado del cordón umbilical de bebés recién nacidos.

El objetivo es poder descubrir si la sangre muy jóven puede influenciar los síntomas de envejecimiento y de qué manera.

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Para empezar a analizar estas teorías, los científicos colocaron el plasma sanguíneo de los recién nacidos en las venas de los ratones ancianos. Como consecuencia, los animales mejoraron su capacidad para circular por los laberintos y aprender a evitar las zonas de las jaulas que producen choques eléctricos. Pero también pudieron ver que había cambios a nivel del cerebro. Las células del hipocampo (vinculado al aprendizaje y la memoria) causaban que las neuronas hicieran muchas más conexiones en el cerebro.

La proteína responsable

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Lo que experimentaban los ratones con la sangre humana joven, no lo hacían con la sangre humana anciana.

Los investigadores compararon las 66 proteínas ubicadas en el plasma sanguíneo del cordón umbilical con las proteínas del plasma de personas mayores y las proteínas identificadas en los experimentos de parabiosis.

Luego las inyectaron de a una a la vez en los ratones para realizar experimentos. Fue así que descubrieron que la proteína TIMP2 era la única capaz de mejorar el funcionamiento de los ratones.

Sin embargo, esta proteína no regeneraba las células cerebrales que se pierden durante el envejecimiento normal.

Científicamente, la proteína TIMP2 ya había sido relacionada con el desarrollo del hipocampo, mejorando el procesamiento de la memoria y la navegación espacial.

Las inyecciones en los ratones mejoraron sus habilidades para el aprendizaje, la memoria y la adaptación a nueva información.

La investigación es sin duda muy interesante y ahora falta que los científicos puedan comprobar si el efecto en los ratones es el mismo que en las personas. De ser así, podría ayudar a retrasar el envejecimiento en los humanos. Sería increíble, ¿no?