La prensa en México: no se mata la verdad matando periodistas

Hoy es el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Me gustaría decir que en México podemos celebrarlo de forma ejemplar, pero lamentablemente no es así. No tenemos nada qué celebrar.

México es uno de los peores países del mundo para ejercer el periodismo, especialmente en las entidades federativas donde los políticos locales resuelven sus diferencias con los medios (los callan) mediante amenazas o agresiones, de acuerdo con Mauricio Farah, Secretario General de la Cámara de Diputados y especialista en derechos humanos.

A lo anterior hay que sumarle a los integrantes de diversos cárteles, que molestos por la cobertura sobre sus acciones, intimidan a los periodistas, y aún peor, los asesinan cuando éstos no ceden ante la presión para que no hagan públicas sus investigaciones.

Dicha situación es la que explica por qué desde el 2000 hasta la fecha han sido asesinados al menos 107 periodistas y 25 se encuentran desaparecidos. En particular, 2017 pinta como el año para censurar la libertad de prensa a toda costa, ya sea por medio de sobornos o de muertes —para los que están “a cargo” el método es lo de menos.

En lo que va del año, siete periodistas mexicanos fueron asesinados, de acuerdo con el balance cuatrimestral (enero-abril) de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (Ciap) de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap).

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Casos más sonados

Miroslava Breach Valducea

Miroslava se desempeñaba como corresponsal del diario La Jornada en el estado de Chihuahua, cubría temas como las violaciones a los derechos humanos, abusos policiales, actividades del crimen organizado, entre otros. Ella fue asesinada el jueves 23 de marzo a la salida de su casa cuando iba a dejar a uno de sus hijos a la escuela, por hacer bien su trabajo.

Cecilio Pineda

Director de diario La Voz de la Tierra Caliente, en Guerrero, y colaborador del periódico El Universal. Murió a tiros el pasado 2 de marzo en Pungarabato. Él había denunciado públicamente que recibía amenazas de muerte de grupos de la delincuencia organizada que operan en esa franja de la entidad, pese a ello jamás dejó de ejercer el buen periodismo.

Ricardo Monlui Cabrera

Ricardo ejercía como director de El Político y columnista de El Diario de Jalapa, su vida le fue arrebatada el 19 de marzo en Yanga, Veracruz. Periodista que abordaba en su columna temas cañeros y que en varias ocasiones recibió amenazas para que no sacara a la luz pública la información que poseía. Nunca lo hizo.

Así como ellos, Filiberto Álvarez Landeros, Juan José Roldán Ávila, Maximino Rodríguez Palacios y Carlos Alberto García Martínez, también murieron durante debido a que hacían bien lo que más amaban: el periodismo.

México, ciudadanos y gobernantes, tenemos un camino difícil que recorrer para lograr que la Libertad de prensa sea real. Entender que gracias a ella podemos mejorar como nación y corregir los errores que hemos cometido en el pasado, podría ser un buen comienzo para el cambio. Exijamos que las instituciones correspondientes la garanticen.

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