La pintura más cara de la historia: el último Da Vinci se vendió a un precio astronómico

Imagen Getty Images

El pasado 15 de noviembre, la casa de subastas  Christie’s de Nueva York vendió la pintura Salvator Mundi, el último cuadro de Da Vinci que aún estaba a la venta, por la astronómica cifra de 450.312.500 dólares. Con esto, la pintura se convirtió en la obra de arte más cara en ser vendida en una subasta.

PUBLICIDAD

Leonardo da Vinci fue un hombre renacentista con todas las letras, y sus aportes enriquecieron diversas áreas del conocimiento, como la ciencia, la música, la matemática, la arquitectura y la escultura. Sin embargo, su obra como pintor no es demasiado prolífica: menos de 20 cuadros de Da Vinci se conservan en la actualidad, y todos ellos pertenecen a acervos de diferentes museos.

El Da Vinci perdido

Imagen Getty Images

La historia de Salvator mundi es apasionante por donde se la mire. El cuadro estuvo perdido por décadas hasta su redescubrimiento en una pequeña subasta en Estados Unidos en 2005. Es que la obra estaba cubierta por varias capas de pintura y se creía que se trataba de una copia.

El último registro que se tiene antes de 2005 es de 1958, año en que fue vendido en una subasta en Sotheby’s por 45 libras (mal negocio si los hay). También se sabe que la pintura alguna vez perteneció al rey Carlos I de Inglaterra en el siglo XVII.

Luego del redescubrimiento, distintos especialistas del arte estudiaron la obra durante cinco años, hasta que estuvieron convencidos de que se trataba de la original. Para los que saben, se trata del mayor hallazgo artístico del siglo XXI.

«La Mona Lisa masculina»

Imagen Getty Images

Así se denominó a la obra entre los entendidos del arte. Su nombre significa ‘salvador del mundo’ en latín y consiste en un retrato de Cristo. Para los expertos en la materia, sus rasgos más valiosos son el detalle de las manos (según los pintores, uno de los elementos más difíciles de retratar).

PUBLICIDAD

Además, afirman que la obra cuenta con rasgos típicos de la obra de Leonardo, como los suaves trazos que conforman la cara, así como cierto aire de misterio, algo inquietante que está presente pero que no podemos terminar de dilucidar.

Una subasta histórica

La venta de Salvator mundi se produjo en el contexto de una subasta con la presencia de cuadros de los también gigantes, aunque más contemporáneos, Andy Warhol y Mark Rothko. Haciendo uso de las nuevas tecnologías, Christie’s transmitió la subasta en vivo.

Allí se puede ver cómo, luego de 19 minutos de puja, el último Da Vinci pasó a nuevas manos e hizo historia en las subastas de arte.