Partió desde Guatemala con 6 años. Jakelin Ameí Rosmery Caal Maquin cumplió 7 años durante su escapatoria a Estados Unidos, según El País. Su cumpleaños lo pasó cerca de Nuevo México, junto a su padre de 29 años. Un jueves, pisaron suelo estadounidense. Se entregaron a las autoridades. 2 días después, un sábado de diciembre, la niña de 7 años falleció en un hospital tras varias horas de vómitos y convulsiones.
La muerte de una niña de 7 años en la frontera con EE. UU. prende nueva alerta contra Trump

¿Qué pasó? Hay diferentes versiones de lo sucedido. La del padre y la de las autoridades fronterizas. Se abrió una investigación para corroborar cuál es la historia verdadera. Pero lo cierto es que la ONU alertó que esta política migratoria tiene consecuencias y que si no se hace algo seguirán muriendo adultos y también niños.
De acuerdo a The Cut, 8 horas después de ser detenidos, Nery Caal, el padre de la niña, informó que ella estaba vomitando y tenía mucha fiebre. El sitio agregó que los funcionarios ignoraron esa alerta por algunas horas.
Días después, el Servicio de Aduana y Protección Fronteriza del país publicó en el Washington Post que la niña había muerto bajo su custodia aludiendo a que el padre no hizo referencia a la situación médica de la hija. El Departamento de Seguridad Nacional publicó un comunicado oficial en su Facebook que explica que: «Como hemos dicho en repetidas ocasiones, viajar a Estados Unidos ilegalmente es extremadamente peligroso [...] Una vez más, pedimos a los padres que no se pongan a sí mismos o a sus hijos en riesgo al entrar ilegalmente. Pedimos que se presenten en la frontera e intenten entrar legalmente y con seguridad».

Por su parte, el Centro de Derechos Fronterizos de ACLU pidió que se realizara una investigación rigurosa, la ONU accedió al pedido. La gerenta de defensa de este centro explicó, según The Cut, que «esta tragedia representa el peor resultado posible cuando las personas, incluidos los niños, se encuentran en condiciones inhumanas».
Mientras que en el Washington Post las autoridades manifiestan que la niña murió de deshidratación y agotamiento, la declaración del padre de Jakelin por parte de sus abogados dice que la niña estuvo bien alimentada durante el viaje y que falleció al no ser atendida a tiempo, según Bussines Insider.

Experto en derechos humanos de la ONU, Felipe González, solicitó que se haga una investigación exhaustiva y, a su vez, pidió a Estados Unidos que deje de detener a niños solo por el hecho de ser migrantes. De acuerdo a la organización, deportarlos y detenerlos es «regresarlos a la violencia y a la pobreza» y eso puede tener consecuencias irremediables en ellos». Y agregó: «La violencia extrema, la pobreza y la falta de oportunidades no son solo las causas de la migración de miles de niños de El Salvador, Guatemala y Honduras, sino también las consecuencias de su deportación».

Desde UNICEF explicaron que «migrar es un derecho humano. Sin embargo, el ejercicio de este derecho para miles de niños y niñas en Centroamérica norte y México es una pesadilla».

Jakelin Caal no es la primera niña que fallece este año en la frontera con Estados Unidos. La bebé de 19 meses de Yazmin Juárez, también de Guatemala, puso en jaque la política de Trump tras ser retenidas durante 3 semanas en un centro de detención.
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