La lucha sigue: cómo el deportista Colin Kaepernick lanzó un debate sobre violencia racial en los Estados Unidos

Colin Kaepernick, jugador de fútbol americano, se sumó al movimiento de protesta nacional contra las violencias policiales que afectan a la comunidad negra estadounidense. ¿Cómo lo hizo? Con un gesto simple pero gigantesco: rehusando a pararse durante el himno nacional, que suena antes de cada partido de liga.

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Un debate público sobre violencia racial, patriotismo y la lucha por la justicia social

Imagen Getty Images

Kaepernick comenzó su protesta el 26 de agosto 2016, en un partido de pre-temporada. Su gesto inmediatamente llamó la atención de los medios. En una entrevista, el deportista declaró:

"No voy a mantenerme de pie para demostrar orgullo por la bandera de un país que oprime a la gente negra y a la de color. Para mí, esto es más grande que el fútbol americano en sí mismo. Y sería egoísta de mi parte mirar hacia otro lado. Hay cadáveres en las calles y gente que apenas recibe una licencia paga y se escapan con un asesinato a cuestas".

El tornado mediático generado por las acciones de Kaepernick, en un país en el que tanto el deporte como el himno nacional son sagrados, no tardó en abatirse sobre el deportista. Fue acusado de ser un traidor a su país por dirigentes de la NFL (National Football League). Las redes sociales se llenaron de videos de fanáticos (en ambos sentidos) quemando la camiseta número 7 de Kaepernick, que juega como quarterback para un equipo de San Francisco.

Un sindicato policial incluso declaró que no aseguraría más la seguridad del estadio en el que juega su equipo mientras él siguiera ahí (gesto que, irónicamente, es un argumento más a favor de la protesta de Kaepernick, que denuncia justamente la violencia policial). Se lo ha incluso acusado de no respetar a los veteranos de guerra, institución sacrosanta en un país en el que guerra=patriotismo. Una vez más, la realidad se pone en contra de los críticos del deportista, puesto que mucho veteranos confirmaron su apoyo a Kaepernick con el hashtag #VeteransForKaepernick.

Kaepernick obliga a los Estados Unidos a hablar de las cosas que molestan

Según las cifras oficiales, el 70% de los jugadores de la NFL son negros. Sin embargo, el puesto de quarterback, que tiene la responsabilidad de dirigir el juego, es generalmente ocupado por un jugador blanco. Cam Newton, quarterback de los Panthers, célebremente dijo "Soy un quarterback negro y eso asusta a la gente".

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El gesto de Kaepernick es potencialmente revolucionario, más que nada porque articula varias críticas al mismo tiempo. Los estadounidenses consideran al deporte y a los estadios como lugares sagrados donde las cuestiones políticas no deben entrar. Dicho simplemente: Kaepernick molesta. Molesta porque trae al campo de juego historias de muertes, de asesinatos, de violencia, y la gente (despolitizada porque privilegiada) no quiere pensar en eso mientras come salchichas, toma cerveza y mira a un grupo de hombres corriendo atrás de un balón.

Obama declaró, aunque de manera muy cautelosa, su apoyo al deportista. Después de todo, Kaepernick está protegido por el derecho a la libertad de expresión. Pero aunque el mismísimo presidente lo defienda, la controversia no cesa. Y es que, con su protesta, Kaepernick ha tocado los puntos neurálgicos más sensibles y polémicos de los Estados Unidos. Si todavía hay gente que le lleva la contra a #BlackLivesMatter diciendo "oh pero todas las vidas importan", está claro que tanto Kaepernick como sus colegas de lucha todavía tienen mucho trabajo por delante.

Una protesta que no para de crecer y que quiere convertirse en revolución

Claro que Kaepernick no comenzó esta polémica por sí solo. El gesto del deportista encuentra su lugar en el debate mediático porque es precedido por la intensa lucha que movimientos como Black Lives Matter han llevado a cabo en los últimos años, dándole una nueva bocanada de aire a las luchas por los derechos civiles que existen desde el origen de los Estados Unidos.

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Además, Kaepernick está muy lejos de ser el primer deportista en utilizar su posición como celebridad para llamar la atención sobre la discriminación y violencia sistemática vivida por la comunidad negra en los Estados Unidos. En el 2014 el jugador de básquetbol LeBron James usó una camiseta con la inscripción "I can't breathe" (No puedo respirar), en referencia directa a Black Lives Matter y, en ese momento, a la muerte de Eric Garner, que murió asfixiado por un grupo de policías. Mucho tiempo atrás, Tommie Smith y John Carlos levantaron sus puños en los Juegos Olímpicos de 1968, y Muhammad Ali perdió su título por rehusarse a participar de la Guerra de Vietnam.

Desde que Kaepernick comenzó su protesta, más de 20 deportistas se han sumado y han copiado su gesto.

Hasta la victoria

Como se ha vuelto cada vez más difícil negar que en los Estados Unidos (y en Francia, y en Gran Bretaña...) existe un verdadero problema de violencia racista ligada a la institución policial, las críticas dirigidas hacia Kaepernick se disfrazan moralmente y pretenden enfocarse sobre el modus operandi. Dicho de otro modo: "No molesta que proteste, pero sí molesta que proteste de esa manera". Este tipo de argumentación, extremadamente problemática, no tiene nada de innovador, y se repite cada vez que una lucha social (anti-racista, feminista, anti-capitalista, animalista) lleva a cabo una protesta.

Siempre habrá personas dispuestas a explicarnos cómo debemos (y cómo NO debemos) luchar para liberarnos, sin que su opinión haya sido solicitada o informada. Es fácil opinar sobre cómo luchar cuando uno no participa de dicha lucha ni vive las opresiones que viven los que luchan.

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Mientras critican a Kaepernick, mientras se decide si está bien, si está mal, si debería hacerlo así o de otra manera, más niños, hombres y mujeres negros siguen perdiendo la vida a manos de la policía estadounidense.

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