A parte de los enfrentamientos bélicos que se producen hace cuatro años para acabar con el EI, en la frontera del norte de Siria con Turquía hay, además, una disputa entre el g obierno turco, los rebeldes sirios, respaldados por el bloque norteamericano -Fuerzas Democráticas Sirias (SDF)-, y los kurdos (YPG, La Unidad de Defensa del Pueblo).
La frontera entre Turquía y Siria, otro foco de tensión en la lucha contra el EI
El gobierno de Estados Unidos expresó su descontento con esta situación.
Acusaciones
El gobierno turco ve en el YPG una extensión del Partido de los Trabajadores de Kurdistán, una agrupación rebelde turca-kurda que ha peleado por su independencia desde la década de 1980. Los kurdos son un pueblo de de la región de Kurdistán, cuyo territorio está repartido entre Irak, Irán, Siria y Turquía.
Recep Erdoğan, Presidente de Turquía, dice que las fuerzas kurdas que cruzaron la frontera la semana pasada son “terroristas”, mientras que YPG dice que la intención del líder es ocupar el territorio sirio.
El primer ministro turco agregó que quiere desplazar tanto a los yihadistas como a los kurdos.
La preocupación del gobierno turco por la expansión de los kurdos comenzó a principios de agosto, cuando el SDF tomó el control de la ciudad siria de Manbij.
La retirada del EI
En la madrugada del miércoles 24 de agosto, Turquía realizó un doble operativo en su frontera con Siria para intentar retroceder la influencia del Estado Islámico en ese país, que ocupa un poco menos del 50% del territorio. La ofensiva se llevó a cabo en la ciudad siria de Jarablus, con bombardeos y ataques aéreos.
Luego, a la mañana, el Ejército Libre Sirio, con el apoyo de fuerzas turcas y utilizando tanques, tomó el control completo de la ciudad fronteriza, provocando la retirada de los integrantes del Daesh (tal como se lo conoce en árabe al EI).
El Ejército Libre Sirio es un grupo de rebeldes paramilitares leales a la Revolución Siria, que busca poner fin al actuar gobierno Sirios. Se compone de desertores sunitas de las Fuerzas Armadas Sirias (manjedas por el gobierno de al-Assad), mercenarios e insurgentes
El ataque fue planeado por más de dos años.
Cuatro años de enfrentamientos
Desde 2012 han sido constantes los ataques mutuos entre Turquía y Siria. Se han utilizado aviones F-16, tanques de guerra, óbuses y hasta coche bombas.
En agosto de 2015, Turquía levantó un muro de tres metros de altura y ocho kilómetros de largo en un tramo de su frontera occidental con Siria, evitando así el ingreso de yihadistas al país árabe.
Ferviente crítico del régimen de Bashar al-Assad, el gobierno de Recep Erdoğan ha dado cobijo a civiles sirios y militares de ese país que desertaron del ejercito.
Otra de las razones que explican el conflicto, es que Turquía es el único país musulmán que integra la Organización del Tratado del Atlántico Norte.







