La física detrás de la gota de agua

Si no eres un bicho alienado que ha pasado toda la vida en el sótano de su casa (o en su defecto seas pariente cercano de Ignatius Reilly) habrás visto llover. Cuando llueve las gotas caen del cielo mojándolo todo y formando charcos de agua por doquier. El efecto de una gota que cae sobre ese charco es el mismo de una gota de agua que cae sobre un vaso, o de una gota de la ducha que cae sobre el piso de la bañera.

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Todos nos hemos percatado de que cuando una gota de agua cae sobre más agua, causa una onda expansiva en ella hasta convertirse en parte del líquido mayor. Esto no suena nada entretenido y no parece haber mucha física interesante detrás del asunto. Hasta que aprietas el botón de Continuar leyendo más abajo y te encuentras con el interesante http://www.youtube.com/watch?v=n5bsQ_YDYCI&feature=player_embedded" target="_blank">video que hay a continuación.

En él vemos a una velocidad de 2000 marcos por segundo el efecto de una gota cayendo sobre una superficie de líquido. Como sabemos, se forma la onda expansiva de la que hablábamos, pero a la vez ocurre un efecto que te sorprenderá.

Sí, la gota rebota unas cuantas veces sobre la superficie líquida. Esto ocurre porque existe una capa de aire que separa la gota del agua que la subyace, y a medida que la presión entre la gota y el agua se incrementa, el aire se va expandiendo hacia los costados, haciendo que la gota se absorbida digamos... en cuotas.

La gota rebota porque el aire actúa amortiguando, y al rebotar la fuerza de caída libre de la gota con la fuerza de la superficie líquida, la dirección de la misma se invierte haciendo que la gota sea expulsada hacia arriba.

Y esto ocurre todo el tiempo. En la cocina, en el baño, en el vaso de agua que estás tomando. ¿Sabías que ocurría así?