En los Juegos de Invierno 2018 de Pyongyang, la patinadora Mirai Nagasu se convirtió en la segunda estadounidense en realizar un «triple axel» en un evento internacional. La maniobra es tan difícil que pocas atletas femeninas se atreven a intentarla.
La ciencia explica lo difícil que es lograr el «triple axel» de la patinadora Mirai Nagasu

Se trata de un salto de alto riesgo donde el deportista debe ser habilidoso y dominar la técnica de arrojar el cuerpo al aire, rotarlo tres veces y media y luego aterrizar con gracia sobre el hielo.
Detrás de esta actuación hay leyes de la física y la biología que nos ayudan a entender por qué es tan difícil lograr un «triple axel», especialmente para las mujeres. Veamos qué dice la ciencia al respecto.
¿Qué hace tan especial el «triple axel»?
Cuando un patinador va a realizar un «triple axel», lo primero que hace es desplazarse hacia atrás y luego avanza con la cuchilla externa del patín, da un salto en el aire y realiza tres vueltas y media en menos de un segundo.
En términos físicos, primero tiene que generar la suficiente velocidad vertical que le permita crear un tiempo para completar las tres rotaciones y media de este movimiento. Esa última vuelta se añade para compensar que al saltar hacia delante se retrocede.
Ahora bien, también debe generar la suficiente velocidad de rotación para que pueda dar todos los giros requeridos. Es por ello que la altura del «triple axel» a menudo es menor que la del simple o el doble: el salto exige mayor velocidad rotativa y dicha longitud se sacrifica en pos de lograrlo.
El aterrizaje: la parte más difícil
La parte más difícil es aterrizar, ya que la velocidad de los giros rápidos provoca que el patinador baje con una fuerza de más de cuatro veces su peso corporal. Podemos imaginarnos entonces que Mirai Nagasu con cerca de 57kg recibe el impacto de 228kg, que se concentra en una cuchilla de un cuarto de pulgada de grosor.
Como todo radica en la velocidad, el deportista no puede simplemente saltar guiado por su impulso. Mientras gira, también necesita tirar de sus brazos y piernas con firmeza, cruzar sus tobillos y sostener los codos para asemejarse a un lápiz lo máximo posible y minimizar la resistencia del aire.
Según los científicos, mientras más firme está el atleta, más velocidad genera. Con sus brazos crea la fuerza centrípeta (la que tira de los objetos hacia el eje de rotación y los mantiene en una trayectoria circular).
No puede relajarse, pues entonces los brazos y pies tenderán a moverse rectos y serán lanzados hacia afuera. Precisamente para lograr este control, Nagasu tuvo que practicar con una especie de arnés que la ayudaba a aprender a mantener firme su cuerpo en la justa medida y crear la fuerza centrípeta.
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¿Por qué el «triple axel» es más fácil para los hombres que para las mujeres?
Según los expertos, el hecho de que el «triple axel» sea más fácil para los hombres que para las mujeres responde a razones biológicas. De manera natural, las mujeres son más livianas que los hombres, por lo que las atletas deben esforzarse más para lograr la relación peso-potencia que hace falta para completar el salto.
Y he aquí precisamente por qué el triunfo de Mirai Nagasu es algo para elogiar: la patinadora trabajó bien duro para lograr tanto la fuerza como la resistencia que se requieren para esa media vuelta adicional que es la que permite compensar el movimiento completo.
Su actuación, además de espectacular, constituye una confirmación de que, con tenacidad y esfuerzo, el ser humano puede lograr grandes cosas, incluso aprender a regular las complejas leyes de la física y la biología.
¡Bravo por Mirai Nagasu!
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