La ciencia descubre la posible razón detrás del intrigante fenómeno del Déjà Vu

El « déjà vu» (en español, «ya visto») es un fenómeno en el cual sentimos que un breve momento que estamos viviendo ya sucedió en el pasado. Se siente cierta familiaridad hacia el momento que estamos viviendo y la expresión «esto ya lo vi» aporta cierto desconcierto. Dos tercios de la población mundial tiene o tuvo experiencias de « déjà vu». 

Durante muchos años, este fenómeno fue un completo misterio, que se adjudica a una anomalía en la memoria por parte del mundo científico. Ahora parecería que la ciencia está más cerca de explicar este fenómeno tan intrigante. 

Un equipo científico de la Universidad de St Andrews describió como podría deberse a que el cerebro está realizando una verificación de su propio sistema de memoria y esto nos genera la sensación «déjà vu». 

Creando un «déjà vu» artificial

El grupo científico comenzó por intentar inducir el fenómeno de modo artificial. Para ello, realizaron un estudio con varios participantes, quienes debieron escuchar una serie de palabras conectadas sin revelar la palabra que las conectaba.

Por ejemplo, las palabras «cama», «almohada», «soñar», «noche» se conectaban con la palabra «dormir», que fue omitida del análisis. Luego, a cada participante les preguntaron si escucharon una palabra que comenzaba con «d», a lo cual respondieron negativamente. 

Para concluir el estudio les preguntaron qué palabras escucharon y la gran mayoría dijo que escuchó la palabra «dormir», lo cuál los científicos catalogaron como un resultado del «déjà vu». 

¿Por qué tenemos «déjà vu»? 

Durante el experimento, los científicos utilizando la técnica de imagen por resonancia magnética funcional (fIRM) para observar lo que sucedía en los participantes a nivel de la actividad cerebral. Con el mismo observaron que una región del cerebro de los participantes se encontraba más activa, y no se trató de la región asociada a la memoria (como por ejemplo el hipocampo). La región más activa fue la región frontal, que se suele relacionar con la toma de decisiones. 

Por lo tanto, los científicos creen que estas regiones frontales son quienes monitorean la memoria, buscando errores en el contenido y activándose cuando se destaca una irregularidad. Esta teoría deben aún ser validada, pero de ser confirmada significaría que el cerebro hace una especie de control de calidad, detectando sus propios errores y corregiéndolos. 

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