Canadá es un caleidoscopio de culturas; las idiosincrasias nativas, francesas e inglesas, entre muchas otras, han aportado sus luces y sombras a una tierra en transformación constante. Y, precisamente, el reconocimiento y la aceptación de esta diversidad cultural se han convertido en su principal fortaleza.
Justin Trudeau conoce a mini Justin-Trudeau
Justin Trudeau lo sabe muy bien. Por eso, en las antípodas del discurso de miedo e intransigencia que triunfó en su país vecino, el primer ministro canadiense sigue reafirmando la diversidad identitaria de su país y ha dejado en claro que las puertas de Canadá están abiertas. Como consecuencia, ha transformado la vida de muchas personas…
La ruptura de una tradición en nombre de la gratitud
Hacía dos meses que estaban en la búsqueda de un nombre. «¿Por qué no le ponemos Justin-Trudeau, como él?». La propuesta de Mohammed Belal tomó por sorpresa a su esposa Afraa Hajj Hammoud, pero cuando venció el shock de lo inesperado, llegó a la conclusión de que «Justin-Trudeau», por más de que no fuera un nombre de raíces árabes, representaba una gran elección.
Y así fue como este matrimonio decidió quebrar la tradición de nombrar a los nuevos integrantes de la familia como sus padres o abuelos. Y todo en nombre de la gratitud: «Lo quiero porque sabe lo que significa la “humanidad”», afirmó Hammoud.
Esta familia siria llegó a Canadá en febrero de 2016 y, tras abandonar un país arrasado por la guerra, encontró la esperanza de un nuevo comienzo. El proceso de adaptación fue duro, pero gracias a toda la ayuda que recibieron, sus vidas están mejorando día a día, expresó Hammoud.
Mini Justin-Trudeau no es el primero…

El 2 de noviembre de 2016 nació Justin, el hijo de Ahmed Doso. La admiración hacia el primer ministro fue la que impulsó a la familia a seguir la tradición de elegir el nombre de una «persona de buen carácter».
La familia de Doso había huido de Siria en 2014 y estaba instalada en un campo de refugiados en Turquía, cuando vieron las siguientes imágenes:
La convicción de que Canadá sería su próximo hogar no tardó en llegar.
Como el caso de las familias de Justin-Trudeau y el de Justin hay más. Muchos padres que han llegado con los ojos empañados de destrucción y miedo han honrado a Justin Trudeau en la elección de los nombres de sus hijos. O, en otras palabras: han permitido, con la «inocente» elección de un nombre, que Justin Trudeau pueda seguir vivo, aun cuando su corazón deje de latir.
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