Aunque pueda resultarte sorprendente, Donald Trump no es un líder muy querido ni respetado.
Johnny Depp fantasea con la idea del asesinato de Donald Trump

La sucesión de irregularidades, absurdos, controversias y acciones dudosas o sencillamente indignantes de su gobierno, o de él mismo, han construido un clima de malestar y protesta más o menos generalizado, exceptuando a su círculo más cercano, a su base de seguidores y a parte de los republicanos.
Ese clima, y en general el sentimiento de desconfianza institucional y crisis democrática que ha traído el gobierno de Trump a los Estados Unidos, ha llevado a algunos a fantasear con soluciones radicales, aunque más no sea como un modo de catarsis. Hace algunos días, una adaptación moderna de la clásica obra de Shakespeare Julio César se hundió en la polémica por su versión del icónico asesinato del emperador romano, escenificado como el de un líder moderno indisimuladamente similar a Trump (la obra, la original y esta adaptación, es una reflexión sobre lo contraproducente y peligroso de utilizar métodos violentos o antidemocráticos para salvar una república, pero fue obviamente malinterpretada o leída de manera lineal por republicanos y conservadores, y de ahí el gran escándalo).
Quizá inspirado por esta sonada polémica, el actor Johnny Depp, más acostumbrado a la controversia en los últimos tiempos que a su brillo en la gran pantalla, se permitió meterse en un terreno que sin dudas resultará delicado y escandaloso.
Depp estuvo presente en el festival Glastonbury, en Inglaterra, y ante el público se preguntó: «¿Podrían traer a Trump aquí?».
La multitud festivalera, evidentemente no muy afecta al presidente republicano, comenzó a abuchear y silbar, pero Johnny Depp se explicó:
«No han entendido el punto. ¿Cuándo fue la última vez que un actor asesinó a un presidente? Quiero aclarar: yo no soy un actor, simplemente miento para vivir. De todas maneras, ya ha pasado un buen tiempo, y tal vez sea hora de que ocurra nuevamente»
Sus palabras hacen referencia al asesinato de Abraham Lincoln, en 1865, perpetrado por John Wilkes Booth, un concido actor.
Johnny Depp, que viene de protagonizar otras controversias públicas por su matrimonio, acusaciones de violencia y millonarios gastos excéntricos, sabía que sus palabras no iban a pasar desapercibidas.
«Esto que acabo de decir va a salir en los medios y será horrible» dijo en el escenario de Glastonbury, donde estaba para presentar una proyección de su película The Libertine (2004), «pero es solamente una pregunta... no estoy insinuando nada».
Aunque pueda resultarte sorprendente, muchos partidarios de Trump consideraron que Johnny Depp estaba realmente insinuando que asesinaría al presidente.
Una cuenta de Twitter que se describe como la cuenta no oficial de los republicanos de Tennessee pidió la intervención del Servicio Secreto:
Hola Servicio Secreto, tenemos evidencia en video de Johnny Depp amenazando con asesinar al Presidente Trump. ¡Por favor hagan algo!
Otros intentaron generar una campaña de boicot a las películas de Johnny Depp (sinceramente, algo que, sin necesidad de ningún comentario político ni ninguna campaña orquestada, ya de cierta manera estaba sucediendo).
Un oficial de la Casa Blanca, aparentemente, se refirió al asunto:
WH official sends this response to Johnny Depp comments --> pic.twitter.com/571ELQqo9t
— Katherine Faulders (@KFaulders) June 23, 2017
El presidente Trump ha condenado la violencia en todas sus formas y es lamentable que otros como Johnny Depp no sigan el ejemplo. Espero que algunos de los colegas del Sr. Depp se manifieste públicamente en contra de este tipo de discurso tan fuertemente como si fuera dirigido a un líder demócrata electo.
Así concluye un nuevo capítulo de esta saga en desarrollo, a la que podemos llamar celebridades contra Trump.
- Ver también: Así rechazó Salma Hayek la propuesta de Donald Trump






