El rol del ser humano frente al control de su propia vida es una cuestión que ha sido debatida a lo largo del tiempo en reiteradas ocasiones y desde múltiples puntos de vista.
Humanismo secular: la «religión» a la que todas las personas pertenecemos (sin darnos cuenta)

Entre todas estas corrientes podemos encontrar al humanismo secular: la religión a la que todas las personas pertenecemos, sin darnos cuenta.
¿Por qué «humanismo secular»?

El humanismo secular, como su nombre lo indica, es una corriente filosófica que defiende la idea de que el ser humano debe ser el centro de todas sus actividades y decisiones, sin tener en cuenta la posible existencia de uno o varios dioses.
Esta filosofía se diferencia de corrientes como el ateísmo ya que su intención es ir mucho más lejos de la negación de algún tipo de ser divino.
Mientras el ateísmo se centra en el escepticismo, el humanismo secular prefiere poner el foco en aquellos aspectos positivos de nuestra especie, como la empatía, la capacidad de aprendizaje, el pensamiento racional y la bondad.
Este tipo de foco sobre la especie pretende promover, entre otras cosas, el valor de la vida y el empoderamiento de las personas sobre sus deseos, sus sueños y sus acciones.
Sin embargo, que el humanismo secular se centre en los aspectos positivos de nuestra especie no quiere decir que se vayan a dejar de señalar los problemas, ya que ese proceso es una parte clave para encontrarles solución.
- Lectura recomendada: «¿Cuál es la diferencia entre ser ateo y agnóstico?»
¿Es el humanismo secular una religión?

Técnicamente el humanismo secular no es una religión —incluso su nombre es bastante explícito—, sino una corriente filosófica, aunque la diferencia entre estas dos categorías a menudo suele no ser muy clara.
Más allá de la definición estricta, podemos encontrar algunas similitudes entre las dos categorías.
Podríamos decir que si el humanismo secular fuera una religión, sería la religión del ser humano creyendo en el ser humano y en su capacidad de solucionar los problemas.
¿Por qué es importante para todas las personas?

Muchas veces solemos hablar de las sociedades como si fueran algún tipo de ente extraño, ajeno e independiente a nuestra individualidad, sin tener en cuenta sus reales dimensiones: la sociedad somos todas las personas.
El humanismo secular es importante porque promueve una visión en donde el ser humano es capaz de avanzar como especie centrándose en las cosas que puede hacer.
Este paradigma nos permite, entre otras cosas, rescatar nuestro valor como especie y como individuos e individuas, interpelando de este modo nuestra forma de ver, interpretar y hacer las cosas.
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