Después de tantos años de búsqueda, finalmente se encontró el buque que trasladó la bomba que causó desastres en Hiroshima y que, acto seguido, fue derribado por un submarino japonés. El buque trasladaba, aproximadamente, 2000 tripulantes. 600 de ellos fallecieron cuando se hundió y el resto logró escapar.
Hiroshima nos recuerda que las armas nucleares no son el camino

Indianápolis, como se llamaba el buque, se encontró en agosto de 2017 y fue considerado un «descubrimiento significativo», además de significar un «cierre» en la historia. Encontrar el buque fue muy importante para los investigadores pero, a la vez, es una noticia que nos motiva a pensar en Hiroshima y en las armas nucleares.
Entre pruebas nucleares de Corea del Norte y amenazas de Estados Unidos, Hiroshima vuelve a aparecer en nuestra memoria. No podemos olvidar Hiroshima, porque… olvidarlo implicaría volver a cometer el mismo error.
La necesidad de recordar
La Segunda Guerra Mundial fue un momento crucial en nuestra historia: el Holocausto nos marcó y también lo hizo Hiroshima. El genocidio judío mató a millones de personas, pero finalmente nos invitó a reflexionar acerca de las diferencias entre las culturas y religiones y, sobre todas las cosas, a aceptar a los demás —aunque muchos lo han olvidado—.
Por otro lado, Hiroshima nos demostró que el ser humano es sumamente inteligente y puede crear armas letales. ¿Qué tuvo de positivo este descubrimiento? Que las potencias mundiales decidieron controlar sus armamentos porque si seguían invirtiendo en ellos y, en particular, si los seguían utilizando contra otros países, acabarían destruyendo el planeta entero.
Este conocimiento provocó que la Guerra Fría —un enfrentamiento que podría haber desembocado en una Tercera Guerra Mundial— fuera eso, un conflicto «frío», sin armas.
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¿Somos inteligentes?

Pero últimamente parece que hemos olvidado lo destructivo que puede resulta r la producción de armas nucleares. Ante un inminente conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte, nos preguntamos… ¿estamos olvidando a Hiroshima?
A propósito de la producción de armas nucleares, Noam Chomsky —intelectual de izquierda— expresó que hay 2 monstruos que pueden llevar a la destrucción total —las armas nucleares y el cambio climático—, aunque no está todo perdido.
Frente a esta problema se preguntó «¿es mejor ser inteligente que estúpido?». ¿Por qué? Porque una y otra vez hemos demostrado que somos inteligentes, que podemos innovar, que podemos crear objetos potentes e impresionantes: como un misil intercontinental.
¿Tenemos que dejar de ser inteligentes para no construir un arma que nos destruya a todos? Quizá sí, o quizá simplemente deberíamos recordar lo que ya sucedió en Hiroshima.
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