Mientras continúa el conteo de votos tras las elecciones presidenciales estadounidenses, la diferencia en el voto popular se sigue agrandando a favor de Hillary Clinton, con nuevos valores que este miércoles se registraron por encima de los dos millones de votos.
Hillary Clinton tiene ahora dos millones de votos más que Donald Trump pero perdió la elección. ¿Por qué?

En términos porcentuales, Hillary Clinton obtuvo una ventaja de 1.5% sobre Donald Trump, el presidente electo de los Estados Unidos.
- Aunque algunos prefieran no saberlo: Este hombre estadounidense todavía no sabe quién ganó las elecciones y planea seguir así
¿Por qué la candidata con más votos en todo el país no resultó electa?
Por la existencia del Colegio Electoral de Estados Unidos, un mecanismo de democracia indirecta que rige el sistema electoral en este país.
El presidente y el vicepresidente de los Estados Unidos son en realidad electos por los votos de los 538 miembros del Colegio Electoral (los 100 senadores y los 438 representantes del congreso), que están divididos por estados.
Esa es la clave que permite que suceda esto: candidatos electos por el voto del Colegio Electoral que reciben menos votos en todo el país que su contrincante.
Cada estado tiene diferentes cantidades de votos en el Colegio Electoral, dependiendo de su población.
Los estados más poblados de Estados Unidos tienen mayor cantidad de votos en el Colegio Electoral: California (55 votos), Texas (38), Florida (29), Nueva York (29), Illinois (20), Pennsylvania (20), Ohio (18), Georgia (16), y así sucesivamente.
El mecanismo funciona así: en 48 de los 50 estados del país, rige el sistema llamado “el ganador se los lleva todos” (« winner-take-all»), es decir, que si uno de los candidatos obtiene la mayoría de votos en ese estado, sin importar qué tan pequeña sea, todos los votos del colegio electoral van para él.

En Texas, por ejemplo, Trump obtuvo la mayoría absoluta. De este modo, los 38 votos del Colegio Electoral fueron para él. Lo mismo sucedió en Florida, Ohio, Pennsylvania y Georgia.
Hillary Clinton obtuvo la mayoría absoluta en solamente 20 de los 50 estados, y muchos de ellos con poco peso en el Colegio Electoral (con la excepción de California, Nueva York e Illinois). El triunfo de Trump en los restantes 30 estados le garantizó más de la mitad de votos en el Colegio Electoral, y así, ser el presidente electo de los Estados Unidos.
Esta es la manera más simplificada de explicar este extraño fenómeno de democracia indirecta en la que el voto popular no necesariamente refleja el resultado de una elección presidencial.
¿Puede todavía cambiar la elección?

Este aspecto ha sido ampliamente criticado por mucha gente, especialmente por ser un sistema diseñado en los albores de los Estados Unidos, en el siglo XVIII, cuando no toda la gente a lo largo del país estaba al tanto de las noticias políticas y enviaban sus votos a Washington mediante diligencias, y tenía más sentido que un grupo de políticos prácticamente desconocido por la población tomara las decisiones por ellos.
Ahora suena un poco anacrónico y, especialmente, contrario a los principios democráticos.
La elección presidencial de 2016 es la cuarta en la historia de los Estados Unidos en la que el presidente electo no gana el voto popular. La anterior fue en el 2000, la de George W. Bush.
Dada la enorme resistencia que ha generado el triunfo de Donald Trump en la sociedad estadounidense, todavía muchos no pierden la esperanza de que Hillary Clinton pueda convertirse en presidenta, y esto se origina en otro tecnicismo del Colegio Electoral.
Cuando hablamos de “votos” del colegio electoral, en realidad lo que designa es la cantidad de electores que cada estado puede enviar a una reunión colegiada, que tendrá lugar en diciembre, y que determinará quién será el próximo presidente.
Mientras todos estos electores se supone que voten al candidato que ganó en su respectivo estado, ninguno de los electores está obligado a hacerlo, aunque es muy poco frecuente que cambien el voto.
Desde que se anunció el triunfo de Trump, muchos grupos han intentado presionar para hacer que el Colegio Electoral revierta su votación.
Que resulte electa Hillary Clinton resulta altamente improbable: para ello, 37 electores republicanos deberán votar en contra del candidato de su partido y en contra de la mayoría en su estado.
Esta votación del Colegio Electoral será el próximo 19 de diciembre.






