Más de 1600 profesionales del arte firmaron una carta para denunciar el acoso sexual en el medio, y no están sorprendidos. ¿Por qué? La iniciativa No Surprise toma la obra de Jenny Holtz de los años 70, Abuse of Power Comes as No Surprise, para denunciar una situación que es tan frecuente en las artes visuales que no sorprende a nadie.
Grandes personalidades firman un manifiesto contra el acoso que todos deberíamos leer

La lista de firmas llama la atención por el monumental número de suscritos, pero también lo hace por contener nombres de la talla de Cindy Sherman, Helen Marten, Coco Fusco, Laurie Anderson, Jenny Holzer, Tania Bruguera y Cristina Garrido.
Un abuso de poder que no sorprende a nadie
En el manifiesto, más de 1600 artistas, galeristas, curadores y profesionales del arte en general condenan la fuerte presencia del acoso sexual en el medio. Los suscritos denuncian, sobre todo, propuestas de intercambio de favores sexuales a cambio de oportunidades profesionales:
«No nos sorprendemos cuando un curador nos ofrece exposiciones o apoyo a cambio de favores sexuales. Nos nos sorprendemos cuando un galerista romantiza, minimiza y esconde comportamiento sexualmente abusivo de artistas que representan. No nos sorprendemos cuando una reunión con un coleccionista o un potencial patrocinador se convierte en una propuesta sexual. No nos sorprendemos cuando sufrimos represalias por no aceptar la proposición».
El Harvey Weinstein del arte
El documento continúa con una mención a Knight Landesman, exeditor de la revista Artforum, quien recientemente ha recibido el sobrenombre de «el Harvey Weinstein del arte». Es que Landesman renunció a su puesto en la revista luego de que nueve mujeres denunciaran sufrir acoso sexual por parte de esta personalidad.
«Nos nos sorprendemos cuando Knight Landesman nos manosea en el stand de la feria de arte mientras nos promete que nos ayudará con nuestra carrera. —Y aquí viene la famosa frase de Jenny Holtz— No nos sorprenden los abusos de poder».
Una fachada feminista
Además, denuncian que, si bien muchos pregonan el feminismo de manera teórica, no llevan estos valores a la práctica.
«Muchas instituciones e individuos con poder en el mundo del arte apoyan la retórica del feminismo y la igualdad en la teoría, muchas veces incluso reciben beneficios económicos a raíz de estas endebles afirmaciones de políticas progresistas, mientras preservan normas sexistas opresivas y dañinas en la práctica».
«Ya no seremos silenciados»
Luego de la denuncia, los profesionales del arte se comprometen a unirse al cambio:
«Denunciaremos a aquellos que continúen explotando, silenciando y desestimándonos. Sus acciones ya no serán un secreto susurrado entre nosotros por el miedo a la exclusión, el confinamiento profesional o la recriminación. Cuando veamos un abuso de poder, decidiremos alzar nuestra voz, demandaremos que las instituciones y los individuos encaren nuestras denuncias con seriedad y sacaremos estos incidentes a la luz, sea cual sea el género del perpetrador».
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Por un futuro libre de inequidad silenciada
Hacia el final de la carta, los firmantes le piden a las instituciones y autoridades que reconsideren su rol en la perpetuación de la inequidad de género. Y nos dejan con una reflexión final:
«Somos demasiados, ahora, para que nos silencien o nos ignoren. Con todo lo que hemos experimentado o presenciado, esta carta no debería ser una sorpresa».
En el sitio oficial de No Surprise se afirma que este manifiesto es solo el puntapié inicial para un proceso más largo. Por nuestra parte, esperamos que entre todos podamos aprender de los escándalos actuales para que el acoso sexual laboral llegue a ser, un día, cosa del pasado.






