Generar electricidad mediante lágrimas, saliva o mucosidad humana ahora es posible

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Para muchas personas, las lágrimas pueden ser una señal de tristeza o frustración, aunque también hay quienes lloran de felicidad o emoción. Para la ciencia, las lágrimas, como la saliva o las mucosidades, son una posibilidad a la hora de la experimentación.

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En este caso, investigadores de la Universidad de Limerick, en Irlanda, encontraron una forma de generar una carga eléctrica a partir de la presión sobre una enzima llamada lisozima, que también puede encontrarse en la leche o las claras de huevo.

Los fluidos corporales transformados en electricidad por la ciencia

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La forma en la que se convirtió a esta proteína en electricidad fue mediante la presión, siendo posible gracias a que estos materiales tienen una propiedad llama piezoelectricidad directa, que es cuando son capaces de convertir a la energía mecánica en energía eléctrica. La piezoelectricidad puede ser encontrada en tendones, huesos, madera, e incluso se ha pensado en usarla en celulares para que carguen sus baterías mediante el rozamiento con la ropa cuando están en nuestros bolsillos. 

Sin embargo, aunque «la piezoelectricidad se utiliza alrededor de nosotros, la capacidad de generar electricidad a partir de esta proteína en particular no había sido explorada», indicó una de las investigadoras, llamada  Aimee Stapleton. El informe del equipo señala que la eficacia de estos cristales de lisozima es comparable a la eficacia del cuarzo, un material conocido desde hace mucho tiempo por su actividad piezoeléctrica

Para los especialistas, conocer un material biológico que sea capaz de emular las propiedades del cuarzo, abre la puerta a desarrollar mecanismos que sean capaces de recolectar energía para el funcionamiento de muchos implantes en el cuerpo de los pacientes. El descubrimiento de esta nueva forma de generar energía puede brindar a la ciencia médica muchos avances para el futuro. 

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La lisozima podría ser usada incluso como recubrimiento para los implantes debido a que es compatible con el cuerpo. Puede ser también usada como alternativa a los cosechadores piezoeléctricos de la actualidad, que son muchos más peligrosos para el ser humano. Incluso, podría llegar a tener algunas aplicaciones médicas funcionando como una especie de mecanismo que bombea fármacos en el cuerpo mediante la energía del entorno, controlando la cantidad o cada cuánto tiempo esos fármacos son liberados. 

No caben dudas de que la ciencia todo el tiempo nos sorprende, en este caso transformando a una proteína de nuestros fluidos corporales en electricidad. La próxima vez que se te salga una lágrima recuerda que, mediante el aislamiento de una de sus proteínas, llevándola a su forma de cristal y haciendo la presión suficiente, podrías generar una carga eléctrica.

¿Qué opinas sobre este nuevo avance? ¿Crees que este descubrimiento tendrá aplicaciones importantes en el futuro? 

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