Si el universo fuera metafóricamente un país, se podría decir que los planetas son como casas, ubicadas en pequeños pueblos llamados sistemas de estrellas. Los sistemas de estrellas, como todo lo que tiene que ver con la astrofísica, han sido estudiados durante años, de donde han salido varias teorías, sobre todo respecto a la forma en la que se han ido formando.
Fue descubierto un gigantesco planeta que, teóricamente, no debería existir


Pero muchas veces las teorías fallan. En este caso, el fallo fue descubierto por The Next-Generation Transit Survey (NGTS), una serie de 12 telescopios que recorren el cielo terrestre de un lado a otro en busca de exoplanetas, desde el gran observatorio de Paranal, ubicado en el desierto de Atacama, en el norte de Chile.
Descubren «planeta imposible» orbitando una estrella enana

Retomando la metáfora de los planetas como casas, una gran mansión o un gran castillo gaseoso del tamaño de Júpiter apareció en un pequeño pueblo reinado por una estrella demasiado pequeña.
Básicamente, la teoría de la formación de los sistemas planetarios indicaba que era imposible que un planeta de ese tamaño con esas características apareciera en torno a una estrella pequeña como esa.
La teoría indicaba que estas pequeñas estrellas eran capaces de formar pequeños planetas rocosos, pero que no tenían las características necesarias ni el material suficiente para formar a estos planetas gigantes, parecidos a Júpiter pero más calientes.
Pero, aunque la teoría señale lo contrario, el enorme exoplaneta existe, pues ha sido visto en el observatorio. Los astrofísicos han llamado al planeta «un monstruo», supuestamente debido a su tamaño, aunque quizás el hecho de que rompa las teorías tuvo algo que ver con el terrorífico nombre.
NGTS-1b —ese es el nombre del planeta monstruoso— es un gigante gaseoso al que la astrofísica denomina como Júpiter caliente, debido a sus altas temperaturas. Pero, además de su enorme tamaño, NGTS-1b se encuentra demasiado cerca de su estrella, para añadirle trama a este misterio.
Para hacernos una idea, a este planeta le basta con 2 días y medio terrestres para dar la vuelta alrededor de su estrella, cuando a nosotros nos lleva 365. La estrella en torno a la que orbita este problemático planeta cuenta con apenas la mitad del tamaño y la mitad de la masa del Sol.
Peter Wheatley —profesor de la Universidad de Warwick— señaló que no se encontró a este planeta antes, incluso aunque es de tamaño gigante, debido a que su estrella es demasiado pequeña. Wheatley indicó además que, teniendo en cuenta que estas estrellas —las enanas rojas medianas— son las más comunes del universo, «es posible que hayan muchos de estos planetas gigantes esperando para ser encontrados».
¿Qué opinas sobre este descubrimiento? ¿Crees que servirá para descubrir más planetas monstruosos orbitando estrellas pequeñas o será solamente una casualidad?
Si te pareció interesante, también te recomiendo:









