Freno a la impunidad: los delitos al volante ya no serán excarcelables

Cerca de 7500 personas mueren cada año en Argentina como consecuencia de siniestros viales según las estadísticas de Luchemos Por la Vida.

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De hecho, cuando uno recorre Argentina se encuentra en el camino con estrellas amarillas. Podemos verlas como carteles, en las paredes e incluso en el asfalto. Cada una representa a una víctima de un siniestro de tránsito. Es decir, que una persona murió en ese mismo lugar como consecuencia de la imprudencia, de la falta de normativas o de su cumplimiento. 

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Tuvieron que pasar 12 años para que -finalmente-matar al volante no sea un delito excarcelable. El proyecto que busca endurecer las penas por los delitos al volante llevaba más de una década esperando su aprobación, que esta semana fue firmada por el Congreso de la Nación. 

La medida es un reconocimiento a la lucha de la Asociación Civil Madres del Dolor, que durante 12 años luchó por la aprobación de la ley. En 2015 el proyecto había tenido media sanción en la Cámara de Diputados, pero nunca avanzó al Senado.

Con 197 votos positivos, la ley determina una pena de prisión de 3 a 6 años para conductores que se den a la fuga o que no intenten socorrer a la víctima luego del accidente. También establece penas similares para aquellos que conduzcan bajo los efectos del alcohol o estupefacientes.

Previo a la aprobación de la ley, la pena prevista era de entre 2 años y medio a 5 años. El problema es que, según el Código Penal, cuando la pena es inferior a 3 años el delito es excarcelable, por esa razón muchos casos quedaban impunes.

El endurecimiento de las penas es solo uno de los pasos que debemos dar como sociedad para evitar los siniestros viales a nivel nacional. Pero mientras siga habiendo conductores alcoholizados, que usen el celular o que cometan cualquier tipo de imprudencias.