Francia de verdad ganó la Copa: por qué está mal decir que es un equipo de inmigrantes africanos

«El último equipo africano del Mundial» escribieron muchos medios e internautas cuando todos los equipos de ese continente fueron eliminados de la copa y Francia siguió en su camino hacia la final. «El equipo de inmigrantes africanos» ganó el Mundial de Rusia 2018, también escribieron en las redes. Pero lo cierto es que la selección de Francia es un equipo de franceses, de personas nacidas en ese país, salvo 2 jugadores que se nacionalizaron franceses.

Sí, es verdad que muchos de los jugadores franceses son de descendencia africana, como los sudamericanos somos de descendencia europea (pero nadie dijo que Uruguay, un equipo quizá italiano o español, eliminó a Portugal; o que Argentina, un equipo principalmente europeo, fue eliminado por otro equipo europeo). Francia eliminó a Argentina, los franceses eliminaron a los argentinos. Entonces, ¿por qué si se destaca que Francia es un equipo africano? Incluso Griezmann nació en Francia, sus padres no, pero poco se escribe de eso.

El fútbol en Francia es un tema muy político. Pasó en 1998, cuando ganó su primera Copa del Mundo con un equipo francés constituido por franceses con ascendencia de otros países. Por un tiempo, todos parecieron olvidarse del racismo latente en ese país pero, poco a poco, la selección de ese entonces comenzó a ser discriminada por ser musulmanes, africanos y no franceses (como si nacer en Francia no era razón suficiente para considerarse francés).

«Porque no solo es fútbol. Mientras los inmigrantes de segunda o tercera generación que juegan en la selección hoy son enaltecidos como héroes nacionales, sus amigos de infancia nunca dejaron de ser parias». Y es que «alrededor de los jugadores de fútbol siempre se ha discutido el tema del racismo». El padre de Le Pen, candidata a la presidencia que perdió con Emmanuel Macron, se quejó de la cantidad de ascendientes de africanos en el equipo; a Laurent Blanc, anterior DT de la selección, lo acusaron de racista al pedir limitar los cupos de afrodescendientes en la selección. Y es que en Francia el racismo hacia los afrodescendientes está latente; también hacia los inmigrantes musulmanes que escapan de las guerras. Por eso, muchas veces la selección fue cuestionada por tener inmigrantes (algo que en este caso sucedió con uno de sus seguidores) y hasta de pedir menos inmigrantes en el equipo (cuando son franceses y no inmigrantes).

Presnel Kimpembe nació en Beaumont-sur-Oise, Francia; Paul Pogba nació en Lagny-sur-Marne, Francia; Kylian Mbappé nació en Bondy, Francia; Ousmane Dembélé nació en Vernon, Francia; Corentín Tolisso nació en Tarare, Francia; N'golo Kanté nació en París, Francia; Blaise Matuidi nació en Toulouse, Francia; Steven Nzonzi nació en Colombes, Francia; Adil Rami nació ne Bastia Francia; Nabil Fekir nació en Lyon, Francia; Djibril Sidibé nació en Troyes, Francia; Benjamin Mendy nació en Longjumeau, Francia. Todos tienen ascendencia africana, es verdad, pero son franceses. Sus padres, abuelos o bisabuelos nacieron en África, pero ellos nacieron en Francia. Tienen sangre francesa y africana. Son franceses aunque también se pueden nacionalizar en los países de sus familiares. Solo Samuel Umtiti nació en Yaoundé, Camerún y Steve Mandanda (arquero suplente) nació en Kinshasa, República del Congo.

El mérito es de los franceses (franceses que tienen diversidad en sus orígenes). Según Los Angeles Times al lema nacional (que es liberté, egalité y fraternité) se le debería agregar diversité. Y es que quizá toda esta discusión en los medios y en las redes sociales hayan servido para algo: cuestionar por qué le damos la espalda a los inmigrantes e hijos, nietos, bisnietos de inmigrantes. Cada ser humano puede aportar muchísimo a la sociedad en la que vive y su nacionalidad no debería encasillarlo, ni limitarlo, ni ser un determinante para sus hijos y nietos. « El fútbol nos permite poner la inmigración en el escenario, una cuestión que está agitando a los países europeos en este momento», dijo Yvan Gastaut, historiador a AP. Y agregó «Para las personas que ven la inmigración como un peligro, esta historia de la Copa Mundial no cambiará su parecer. Pero nos permite hacer un balance de la realidad del mundo, de la movilidad, los movimientos y las identidades múltiples».

Las redes sociales se manifestaron respecto a la situación:

Francia fue campeón. Sus jugadores son franceses, no africanos. Algunos de sus jugadores tienen raíces africanas. Otros españolas, otros tienen raíces portugueses. Pero son franceses. Sus padres, abuelos, o bisabuelos fueron migrantes. Sus ancestros fueron recibidos por Francia, cuando Francia aceptaba a los migrantes. ¿No es un gran llamado a abrir las puertas de cada país y permitir la movilidad (que ya sucede, pero tiene obstáculos que le cuestan la vida a miles de personas)?

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