Falleció Naomi Parker-Fraley, la mujer que todas vimos alguna vez pero nunca conocimos

Ciertas imágenes se convierten en íconos y trascienden al tiempo. Por ejemplo, el «Keep Calm and Carry On» que los británicos usaron durante la Segunda Guerra Mundial ahora se convirtió en una frase inspiradora para los que necesitan ayuda para mantenerse motivados. Sin embargo, pocos han sido tan significativos y reconocibles como Rosie, la remachadora, el póster que se convirtió en el símbolo del feminismo de comienzos del siglo XX.

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La mujer que inspiró esta poderosa imagen,  Naomi Parker-Fraley, falleció el 23 de enero con 96 años, tras vivir siete décadas en el anonimato.

¿Quién fue Naomi?

Antes de la Segunda Guerra Mundial, las mujeres estadounidenses trabajaban como amas de casa, madres y todo lo que se espera de los «roles tradicionales femeninos». Pero, cuando estalló la guerra, la sociedad de Estados Unidos se vio en un conflicto: los hombres debían irse a pelear y ¿quiénes quedaban para trabajar en las fábricas? Las mujeres. 

Una de ellas fue una joven de 20 años llamada  Naomi Parker-Fraley, una mesera de California que comenzó a trabajar en el taller de maquinara de una estación aérea,con su hermana Ada, de 18. Allí, Fraley, que tenía tan solo 20 años en ese entonces, posó para una foto usando una bandana con lunares y trabajando en una máquina, tras ser descubierta por un fotógrafo de la agencia de fotografías  Acme.

Después de eso, la imagen fue tomada como inspiración por  J. Howard Miller, que convirtió a Naomi en un símbolo de la lucha de las mujeres por abrirse paso en el mundo laboral. Ella no lo sabría sino hasta décadas más tarde.

¿Quién fue Rosie, la remachadora?

Imagen Wikimedia Commons

Rosie no fue nadie y fue muchas personas a la misma vez. Ella fue, al principio, el nombre de una canción de guerra y más adelante se convirtió en un personaje del pintor americano  Norman Rockwell, que le dio un rostro y el famoso mameluco por primera vez. 

La última versión, el colorido y poderoso poster que lee «We can do it!» («¡Podemos hacerlo!») fue creada por Miller, pero no fue hasta 2015 que James J. Kimble, un profesor de comunicaciones de la Universidad de Seton Hall, descubrió la identidad de la mujer que fue el rostro del movimiento feminista.

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Una serie de eventos desafortunados obstaculizaron la búsqueda: la fotografía de Acme no tenía pie de página y no aclaraba el nombre de la mujer retratada. A su vez, el póster de Miller no fue hecho para ser visto en público, sino para colocarse en las fábricas y así evitar que los trabajadores hicieran huelga. Para hacer todo más confuso, cuando salió a la luz, en la década de los 80, otras mujeres salieron a decir que ellas eran las Rosies de la vida real.

Hasta el descubrimiento de Kimble se creía que la inspiración del póster era Geraldine Doyle, una mujer que había trabajado en una fábrica en Michigan y que también tenía una fotografía trabajando con una bandana y un mameluco, además de una fotografía de Acme para probar que su reclamo era auténtico.

De no haber sido por la curiosidad del profesor, que invirtió años investigando hasta que dio con Naomi, Geraldine Doyle seguiría siendo Rosie. Las fechas de la fotografía de Naomi coincidían con la época en que Miller había hecho el póster y ella encontró una copia de su fotografía con el pie de página que leía: «La bella Naomi Parker se ve como si fuera a enganchar su nariz con la máquina que está operando». «No hay ninguna duda de que ella es la mujer de la fotografía», dijo Kimble en una entrevista con el New York Times.

Ella no supo que se había convertido en un símbolo del feminismo hasta muy adelante en su vida y ahora este ícono accidental vivirá para siempre.