Experimento social en Instagram: una fotógrafa nos miente en la cara para darnos una lección

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A estas alturas de Internet, quienes tienen cuentas en redes sociales suele saber que, con frecuencia, lo que vemos no es más que una versión de la realidad. Hay tantas herramientas para disfrazar cualquier defecto con unos toques aquí y allá que, al final, todo parece glamoroso.

En ese contexto, una bloguera y fotógrafa inglesa de 32 años se propuso compartir fotos de un viaje falso en Instagram para mostrarnos lo que muchas veces hay detrás de un sinfín de publicaciones en las redes sociales. La idea es cuestionar lo que aparece en ciertas imágenes compartidas, incluso si proviene de amigos o parientes.

Carolyn Stritch y su exitoso viaje a Disneylandia

La autora de la iniciativa, Carolyn Stritch a menudo comparte imágenes perfectas en su blog de aventuras The Slow Traveler en Instagram. Pero esta vez la fotógrafa decidió probarnos a todos lo engañosas que pueden ser las redes sociales. Para ello, compartió una foto de sí misma en cama bebiendo café y avisando que viajaría al día siguiente a Disneylandia por su cumpleaños.

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Por supuesto, al otro día publicó una foto de sí misma muy pintoresca frente al castillo de la Bella Durmiente, en la que comentaba que se había autorregalado un cuento de hadas en este parque encantador por su aniversario. Extrañamente, en la imagen se muestra ella sola, sin las habituales multitudes que frecuentan el lugar o los vendedores de palomitas de maíz.

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Más adelante, la bloguera escribió un post que se llamaba «¿Por qué hackeé mi propia cuenta de Instagram?», en el que explica que en realidad la foto era falsa. Nunca había viajado al famoso parque, pero quiso hacer un experimento y para ello utilizó una selfie que se había tomado en otro momento y le aplicó algunos filtros hasta convertirla en la imagen que compartió. Así demostró que entre lo que proyectamos y la realidad hay un gran trecho.

Sin cuestionamientos

Lo más interesante de este experimento es que ni siquiera su familia o amigos más íntimos cuestionaron la realidad de la foto posteada. Y es que todo el mundo está tan acostumbrado a que las imágenes de los demás en las redes estén filtradas que se acepta como realidad cualquier cosa que se comparta.

No fue por gusto que la joven escogió ese castillo paradisíaco, de ensueños, para engañar a todos. La idea era justamente mostrar una escena perfecta para ver cómo las personas asumían como real algo que obviamente no lo era.

Ya que la bloguera está en su último año de la carrera de fotografía, decidió cuestionar el propio trabajo que usualmente realiza en Instagram apelando a una historia fantástica de una Carolyn paralela y se toma una selfie frente al castillo de la Bella Durmiente en solitario.

Por otro lado, la joven admite que muchas de las fotos que publica en las redes sociales son pura pose. A veces la taza de café está vacía o resulta que no lee por la ventana en absoluto. Aún así, todo parece real.