La Vía Láctea, nuestra preciada galaxia, tiene forma de espiral . Una espiral de dimensiones que la mente humana no alcanza a comprender. Los científicos han querido varias veces medir su espesor. Hasta ahora, la cifra más aceptada para esta variable era de 6.000 años luz.
Estudio demuestra que el tamaño de la galaxia duplica lo que pensábamos

Sin embargo, en Australia, un grupo de investigadores de la Universidad de Sídney han refutado esta cifra no a partir de una observación astronómica ni de la utilización de un nuevo telescopio de mayor potencia, sino mediante la descarga de datos accesibles a todos a través de Internet.
De acuerdo a los investigadores, el espesor de la galaxia duplica las cifras que maneja la comunidad científica hasta el momento, llegando a los 12.000 años luz. Las lecturas de los púlsares de la Vía Láctea (estrellas de neutrones que emiten pulsos de luz periódicos) los llevó a determinar esta cifra.
Cuando la luz emitida por estos astros, en su camino hasta la Tierra, se encuentra con electrones, disminuye su velocidad, siendo las longitudes de onda más largas más afectadas que las de ondas más cortas. Calculando el retardo entre uno y otro tipo de ondas, obtendremos la distancia que ha recorrido la luz.
Esto contradice años de investigación, al tiempo que nos enseña una importante lección: la ciencia no debe concentrarse únicamente en acumular nuevos datos y nueva información, sino también, en preguntarse por la validez de determinadas teorías y determinados modelos, revisando los fundamentos de la propia ciencia y elaborando nuevo conocimiento a partir de antiguos datos.
La ciencia no es un edificio al que se deba seguir agregando pisos, sino una construcción que de vez en cuando debe ser derrumbada, replanteada, remodelada y finalmente reconstruida, en un ejercicio que no debe verse como una derrota sino como el desenlace natural de un proceso de elaboración del conocimiento.
Vía | Muy Interesante









