Estos 3 “juegos” online te permiten ponerte en los zapatos de los refugiados actuales

Si nunca fuimos refugiados, no podemos tener ni la más remota idea de lo que los 65 millones de refugiados del mundo sienten y viven. Los tres juegos online que te presentamos a continuación buscan justamente trabajar la empatía en torno a esta cuestión: ¿cómo es ser un refugiado? ¿qué tipo de decisiones debes tomar?

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Against All Odds (solo en inglés)

Imagen Shutterstock

"Personas que ves todos los días, sin realmente verlas. Imagina, ¿y si fueras tú?"

Against All Odds tiene 3 partes. El juego comienza con el segmento "Guerra y conflicto: escapando a la persecución", en el que, si eres capturado, eres interrogado por los militares que gobiernan con mano dura tu país. Tienes que responder correctamente para evitar ser enviado a prisión. Luego tienes que lograr escapar de los militares y del país. A cada paso, nuevos desafíos aparecen, y tienes que hacer prueba de astucia para no perder (o sea, morir).

En "País frontera: ¿puedo quedarme aquí?" tienes que lograr arreglártelas a pesar de no conocer el idioma del país en el que estás. Además, encontrar un lugar para esconderte de la policía o de los violentos gangs anti-refugiados (si te los cruzas y no sabes qué responder pueden matarte a golpes) es muy complicado.

En la tercera y última parte, "Una nueva vida: pérdidas y desafíos" se trata de atravesar las distintas experiencias que los refugiados viven cuando se instalan en un nuevo país y empiezan sus vidas desde cero. Primero debes encontrar un trabajo (y saber qué poner en tu curriculum y qué decir en la entrevista), luego vas de compras con tu primer salario y oyes los prejuicios que la gente tiene sobre gente como tú. La policía te revisa, porque piensa que has robado algo, y si no tienes cuidado, podrías meterte en problemas.

En Against All Odds los gráficos son simples pero muy bien hechos, el juego te pone en la piel de un refugiado de distintas maneras y los efectos de sonido (la música y las voces de las personas que te cruzas) son ominosos, como la experiencia a la que alude.

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"Vives en grave peligro y debes dejar tu país. ¿Podrás sobrevivir?"

Pero lo más deprimente de este juego ni siquiera es su contenido o los retos a los que se enfrentan sus jugadores. Lo más deprimente de este juego es que existe desde el año 2007 y hoy es aún más relevante que en aquel entonces.

Darfur is Dying (solo en inglés)

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El conflicto en Darfur comenzó en el 2003. Según cifras de la ONU, la guerra se ha cobrado la vida de 300 mil personas y ha desplazado a 3 millones de personas. Creada en el año 2006, la simulación sigue siendo (desgraciadamente) vital para comenzar a entender lo que viven las personas atrapadas en el violento y salvaje reparto de poder que se lleva a cabo en esas tierras.

En Darfur is Dying, El jugador puede elegir entre varios personajes. Se puede ser un adulto (Rahman, de 30 años, o Sittina, de 26 años) o un niño (Elham, de 14 años, Deng, de 10 años, entre otros).

El juego comienza con una tarea tan simple como potencialmente mortal: el jugador debe ir en busca de agua e intentar eludir a las milicias (Janjaweed). Con jugarlo un par de veces queda claro que es imposible ganar, uno termina casi siempre siendo víctima de la violencia de la milica (que en el caso de las mujeres y niñas generalmente implica abusos sexuales). Cuando perdemos, el juego nos deja bien claro lo que estamos haciendo: "Puesto que estás en una computadora y no eres un niño o adulto en Sudán, ¿te gustaría intentarlo de nuevo?".

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La otra actividad implica cuidar del campo de refugiados, y sobrevivir a los ataques de milicias. Para esto, las misiones son cuatro: conseguir alimentos, conseguir agua, construir refugios, y cuidar su salud.

Cada vez que los Janjaweed atacan el campo, hay que empezar de nuevo.

El juego del Día Mundial humanitario (español e inglés)

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Este juego se enfoca en las duras decisiones que los refugiados deben tomar. Para que la experiencia sea más personalizada, se debe indicar el nombre de una pareja o mejor amigo, así como el de un familiar cercano. Para tomar cada decisión, el tiempo es limitado. Si no se toma una decisión, el juego lo hace por uno mismo.

Al inicio del juego, el personaje está en su casa, y debe decidir si escapar de la violencia o no. Luego vienen el viaje en barco y las distintas decisiones que se toman para poder sobrevivir. En varios momentos del juego, a pesar de que dos respuestas aparecen, una aparece tachada, representando claramente el hecho de que los refugiados no tienen ninguna libertad para elegir. Lo más duro y brutal del juego tal vez sea el hecho de tener que elegir a una sola de las personas designadas anteriormente. ¿A quién eliges? ¿Te vas con tu madre y abandonas a tu padre, sabiendo que probablemente nunca vuelvas a verlo? ¿Te vas con tu pareja y abandonas a tu madre? Al menos por un segundo, y de manera simulada, vemos lo que es estar en el lugar de gente que tiene que tomar decisiones inhumanas a diario.

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